El Atlético de Madrid, con un gol de Saúl Ñiguez en la segunda mitad, empató en una gélida noche en Vallecas frente al Rayo (1-1), que se adelantó por medio de Nacho Martínez y está obligado a marcar en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón para superar la eliminatoria.

Una semana después del partido que disputaron en Liga, Rayo y Atlético de Madrid volvieron a citarse en Vallecas, pero esta vez para librar una batalla por un puesto en los cuartos de final de la Copa del Rey.

En el Atlético destacó la presencia desde el inicio de los argentinos Augusto Fernández y Matías Kranevitter, los dos refuerzos del mercado de invierno y que hicieron su debut formando pareja en el centro del campo.

El partido estuvo marcado por frío, que pareció helar las ideas de ambos equipos en los primeros compases hasta que Miku, con un disparo que se marchó al lateral de la red a los dieciocho minutos, levantó a los espectadores.

El gol hizo despertar al Atlético, que antes del descanso gozó de dos ocasiones claras para marcar. La primera con un remate a la carrera de Carrasco que sacó Juan Carlos y la segunda con un cabezazo de Giménez que se marchó fuera.

Simeone puso sobre el césped a Saúl Ñiguez y Luciano Vietto en lugar de Oliver Torres y Augusto Fernández. Los cambios mejoraron el juego del Atlético y a los 67 minutos Vietto recibió un balón de Kranevitter, regateó a su defensor y puso un balón a la frontal para que Saúl marcara. El Rayo respondió con un cabezazo de Llorente que se estrelló en el travesaño.