El Celta prosigue su paso este ilusionante camino. La temporada no puede ir mejor. La sonrisa no se reduce sólo a la Liga, sino que el equipo vigués ha sabido trasladar esa alegría a la Copa del Rey, posiblemente el único torneo con alguna aspiración a conquistar por un club humilde como el celeste. En Cádiz tocaba tirar de profesionalidad y evitar cualquier atisbo de revuelta. Los hombres de Berizzo supieron aguantar el arreón inicial de los locales y acabaron dejando encarrilada una eliminatoria que falta certificar la próxima semana en Balaídos.

El Cádiz puso en serios aprietos al Celta en los primeros minutos de partido. El riesgo duró unos veinte minutos. El tiempo que tardó Guidetti en aprovechar su primera ocasión. El conjunto andaluz, cuyo peligro se diluía cuando pisaban el área visitante, se mostraba intenso y combativo ante un cuadro celeste que mostró en el primer tiempo su versión más pragmática. No obstante, el choque adquirió otra dimensión cuando entró en juego Orellana. El chileno volvió a dejar huella. Su magia fue determinante para desquiciar a la zaga amarilla, que no sabía cómo frenar a ´El Poeta´ vestido de celeste.

En el segundo acto tocó certificar el triunfo. El Celta ya había evidenciado en la recta final de los primeros 45 minutos que no iba a permitir la hazaña cadista. Berizzo remodelaba la defensa. Daba descanso a Cabral e introducía a Hugo Mallo. Una variación que apenas tendría efecto. La velocidad del marinense y de Jonny fue determinante para que los atacantes del Cádiz no le ganasen la espalda a la zaga céltica, cuyo trabajo distaba mucho de la del inicio del choque.

El Celta dominaba. Coqueteaba con un segundo tanto que acercase a los vigueses a la siguiente eliminatoria. Ese premio acabó llegando. Jonny culminaba un ´gilicorner´ con un remate que rebotaba en Fran Machado y despistaba a Pol Ballesté. Berizzo volvía a mover banquillo. Dosificaba a Orellana e introducía a Señé. El catalán volvió a aportar detalles. Precisamente de un gran remate suyo vino la sentencia. Guidetti, atento como ante la UD Almería en la ida, cazó el rechace y echó por tierra la gran intervención del portero del Cádiz al espectacular chut del "23" céltico.

El partido siguió dejando connotaciones paralelas más allá del contundente resultado firmado por el Celta. Rubén Blanco se mostró seguro en el juego aéreo durante los veinte minutos de dominio amarillo mientras que Borja Fernández cuajó una notable actuación llevando el timón del equipo. Otro apunte interesante es el rendimiento de Radoja. El serbio firmó una sobresaliente segunda mitad. No sólo aportó trabajo y consistencia en la sala de máquinas, sino que sus aproximaciones en ataque permitieron a Guidetti aumentar su cuenta goleadora. El sueco, algo desatinado, no pudo firmar su primer ´hat trick´ como jugador del Celta. No obstante, la mejor noticia es que con estas dos dianas el nórdico gana confianza de cara al ecuador de la temporada.

El conjunto vigués cambia de nuevo el ´chip´. En el horizonte se atisba ya el duelo ante un Atlético de Madrid que desembarcará en sus filas con el que hasta hace unos días era el capitán del navío céltico. Puro morbo propiciado por esa injusta normativa de fichajes que predomina en el fútbol español. Polémicas aparte, el Celta llegará a la cita ante el líder con buenas sensaciones tras esta contundente victoria cosechada en el Ramón de Carranza.

Ficha técnica:

Cádiz: Pol Ballesté; Luis Pávez, Aridane, Josete, Andrés; David Sánchez, Mantecón (Álvaro, 57´), Salvi, Fran Machado (Abel Gómez, 76´); Quintana y Lolo Plá (Güiza, 78´).

Celta: Rubén Blanco; Jonny, Cabral (Hugo Mallo, 46´), Sergi Gómez, Planas; Borja Fernández, Radoja (Wass, 76´), Madinda; Orellana (Señé, 61´), Drazic y Guidetti.

Goles: 0-1: Guidetti (24´); 0-2: Jonny (59´); 0-3: Guidetti (79´).

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Mostró tarjeta amarilla por parte del Cádiz a Andrés.