La primera final con título en juego, la de infantiles, fue igualada. El Coruxo defendía una copa que el Areosa aspiraba a arrebatarle, pero con el campo encharcado por las bandas, las dos defensas más firmes del torneo no daban oportunidad a nada. Hasta que surgió la acción a balón parado. A dos minutos del final, un disparo envenenado desde fuera del área era desviado a saque de esquina por el meta areosista. A escaso minuto y medio del final el Coruxo botaba el córner y su central cabeceaba a la red el gol que valía el campeonato