Después de sumar dos derrotas consecutivas, ante el Valencia y el Deportivo, el Celta necesitaba sumar los tres puntos ante el Sporting de Gijón. Y la victoria deja satisfecho a medias a Eduardo Berizzo, pues el técnico argentino reconoce que su equipo no jugó con la brillantez de otras ocasiones pero se mostró con oficio para superar a un rival que logró empatar en la segunda mitad por un error de Sergio Álvarez. El portero de Catoira no atraviesa un buen momento, pero Berizzo considera que los cambios en esa posición "hay que meditarlos mucho porque es un puesto muy específico". Le agradó al técnico el comportamiento de Guidetti y de Bongonda, las dos principales novedades en el once de ayer, en sustitución de Aspas y de Wass. Berizzo espera que los demás que apenas han sumado minutos en Liga tengan su oportunidad en un tramo de final de año en el que al Celta le esperan cuatro partido de Liga y dos de Copa del Rey.

"No fue de los mejores partidos, pero teníamos que ser conscientes de que había que ganar y se ganó", proclamó Berizzo al analizar un partido en el que al Celta le faltó la fluidez en el juego de otras ocasiones.

Reconoció el técnico que el gol del Sporting llevó el nerviosismo al equipo, que supo reponerse con la ayuda de una afición que volvió a demostrar su fidelidad.

Sobre la actuación de Sergio, que todavía no ha alcanzado el buen nivel del pasado curso, Berizzo reiteró que el cambio en la portería debe meditarse mucho "porque es un puesto especial, de mucha confianza. Hay que analizar muy bien los cambios, pero siempre imagino realizarlos por el bien del equipo".

Admite el técnico argentino que el Celta falló en la circulación del balón y que tampoco originó "un caudal ofensivo, pero fue suficiente para ganar el partido". En cuanto al rival, Berizzo destacó las dificultades que le creó al Celta, "aunque el 1-1 desdibujaba la imagen porque reflejaba una paridad que no existió porque el Sporting encontró un gol que no debió existir".