Balaídos no acogerá el sábado a la animosa afición del Sporting. La "Mareona" tendrá que quedarse en casa al no disponer de las más de 2.000 entradas solicitadas para acudir al partido contra el Celta. El club vigués ha ofrecido 200 boletos a la directiva del conjunto gijonés, que decidió rechazarlos y ha querido expresar en un comunicado su "malestar y desacuerdo" con la directiva que preside Carlos Mouriño. Es más, los dirigentes del equipo asturiano no acudirán al palco ni al estadio vigués. Sí anuncian su viaje a Vigo una veintena de peñas sportinguistas, aunque carecen de entradas porque el Celta únicamente las despachará el día del partido en las taquillas del estadio. En esta ocasión, ha anulado el servicio de venta on line de su página web ante el peligro de que pudiesen adquirirlas seguidores radicales del equipo rival.

El origen del problema se encuentra en las obras de remodelación de Balaídos, que han ocasionado la reducción del aforo total en más de 4.000 asientos, dejándolo en unas 25.000 plazas. Con ello, el club apenas dispone de dos mil entradas para poner a la venta, pues cuenta con alrededor de 22.500 abonados.

El Sporting de Gijón formuló sus protestas ayer, a través de un comunicado: "Este consejo de administración entiende que la medida adoptada por el Celta de despachar localidades tan solo a aficionados de su entidad supone un veto y un menosprecio a una afición tan señorial y deportiva como es la de Real Sporting, por lo que se ha instado a dicho club a que deje sin efecto de forma urgente dicha medida para que sus aficiones puedan disfrutar del espectáculo que para ambas supone ver a sus respectivos equipos sobre el terreno de juego, como históricamente se ha venido produciendo".

A estas críticas respondió horas más tarde el Celta, con otro comunicado, criticando "el absoluto desconocimiento" de los responsables del Sporting respecto a la normativa aplicable a la venta de entradas a la afición visitante. El club vigués asegura que comunicó "con antelación" al Sporting que solamente podría facilitarle 200 entradas "en una zona acotada" del estadio debido a las obras de Balaídos.

En el mismo comunicado, remitido también a la prensa, el Celta recuerda al Sporting la normativa sobre las condiciones de la venta de entradas, aprobada por la asamblea general de la Liga de Fútbol Profesional del 24 de septiembre de 2015. Desvela el club vigués que la directiva del equipo gijonés le comunicó la tarde del pasado viernes que rechazaba las entradas que le ofrecían desde Vigo, "ya que al tener más de 2.000 peticiones nos resulta imposible hacer una distribución adecuada".

A ese mismo problema tuvo que hacer frente la semana pasada el Celta para el partido de Riazor. Le cayeron muchas críticas después de vender a los socios las 630 entradas que le solicitó al Deportivo cuando la demanda del celtismo, encabezado por sus peñas, superaba los 1.200 boletos.

Ahora, las críticas al Celta le llegan de un club rival que resuelve el mismo dilema de repartir pocas entradas entre muchos demandantes rechazando esa gestión al renunciar a los boletos que le ofrecían desde Vigo.

Desde Plaza de España se señalaba ayer la preocupación por la posible presencia en Vigo de radicales del equipo rojiblanco, a pesar de no disponer de entradas, pues solo podrían adquirirlas a través del Sporting. El Celta entiende que se está promoviendo la organización de "desplazamientos masivos de aficionados del Sporting, entre los cuales, de forma minoritaria, naturalmente, puede haber grupos calificados como violentos, por lo que se solicita la adopción de las medidas oportunas".

Y desde el club vigués advierten: "Ante estas circunstancias, el Celta solo venderá entradas para aquellos seguidores del club local o neutrales, no pudiendo hacerlo por normativa a los aficionados del Sporting, los cuales deberán estar ubicados en la zona acotada al efecto".

Entienden en el Celta que el comunicado que ayer difundió el Sporting criticando que solo le ofreciese 200 entradas es fruto del "desconocimiento", resaltando que en el mismo "vierten unas aseveraciones totalmente inapropiadas".

El club vigués recuerda que aplica la normativa vigente y expresa su máximo respeto a la afición del Sporting. "Aquellos aficionados que se desplacen con entrada serán acogidos de la mejor manera posible en su zona acotada, y aquellos que porten camisetas, banderas o cualquier símbolo distintivo y que no vayan estrictamente a la zona designada no se les permitirá el acceso" a un estadio de Balaídos al que esta vez no acudirá la "Mareona".

El intercambio de mensajes entre entidades se cerró de noche con otro comunicado del Sporting, que asegura "ser perfectamente conocedor de la normativa aplicable para la venta de localidades, pero precisamente por no contar el Celta con una zona acotada para la afición visitante como obliga la normativa y ante la gran demanda de la afición es por lo que se decidió renunciar a la recepción de esas 200 localidades al objeto de que fuera el Celta el que adoptara las medidas correspondientes para que los aficionados del Sporting disfrutaran del partido sin ninguna restricción de acceso".

Ante la decisión del consejo de administración del Celta de no vender localidades a la afición del Sporting, desde el club gijonés se advierte que "dicha prohibición puede suponer una vulneración del artículo 14 de la Constitución Española y del artículo 2.2 de la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte". El consejo de administración del Sporting asegura que dejará "constancia ante las instancias oportunas entendiendo que tal vulneración supone un veto y una discriminación manifiesta ante hacia la afición del Sporting". La Federación de Peñas Sportinguistas también anunció por boca de su presidente, José María Suárez Braña, que emprenderá medidas legales contra el Celta.