Es la cuenta pendiente y, posiblemente, uno de los deseos del celtismo de cara al clásico del fútbol gallego del próximo sábado (22:05). Afición y equipo buscan un nuevo asalto a Riazor, pero, si puede ser, que esa conquista del estadio herculino lleve la firma de Iago Aspas, el canterano que debutó en Balaídos para evitar el coqueteo del Celta con el infierno de la Segunda División B.

El hijo pródigo está cumpliendo con creces las expectativas. Para Aspas, las segundas partes sí son buenas. El moañés ha ganado la partida a Guidetti y se ha afianzado en un tridente ofensivo que se ha convertido en uno de los más potentes de la competición. La sociedad que el ahora "nueve" céltico forma junto a Nolito y Orellana es una de las bazas del cuadro vigués para adjudicarse el derbi gallego por cuarta vez consecutiva.

Sin embargo, Iago Aspas tiene una cuenta pendiente. Además de poder ganar su primer derbi, el morracense espera ´mojar" ante su eterno rival. Precisamente, sus dos compañeros de ataque ya saben lo que es perforar la portería herculina. Nolito lo hizo tanto en el amistoso disputado en Pontevedra en el verano de 2014 como en el choque de ida disputado en Balaídos. El tanto de Orellana se produjo en el clásico celebrado a finales de 2011 cuando ambos conjuntos militaban en Segunda División. El tanto del internacional chileno ponía la igualada en el electrónico de Riazor, pero, poco después, Lassad desequilibraba la balanza con un golazo que dejaba los tres puntos en A Coruña.

El sábado, nueva edición de uno de los derbis más potentes y con más historia de la Liga. El Deportivo busca seguir su progresión y dar un paso importante para la consecución de la permanencia. El Celta, por su parte, quiere mantener su dominio en Riazor para seguir soñando con llevar de gira su admirado "fútbol de salón" por el Viejo Continente.