El Academia Octavio necesita reforzarse. El presidente, Javier Rodríguez, y el cuerpo técnico, liderado por Jabato, coinciden en el diagnóstico. El mal arranque liguero ha provocado una crisis de confianza en la plantilla que desnuda sus carencias. Los responsables académicos están estudiando varias posibilidades. Existe una al alcance de la mano: Yailán Hechavarría. Un lateral zurdo cubano que militó en el Sporting de Lisboa. Su contratación permitiría al Octavio dar un salto de calidad. Y el precio es asequible o eso parecía. Las negociaciones estaban muy bien encaminadas. Pero la noticia de que el Concello de Vigo recortará en 40.000 euros la subvención a la entidad ha paralizado la operación.
El Octavio se enfrenta a un momento crítico en su historia, justo un año antes de celebrar su quicuagésimo aniversario. El club inició la temporada pasada una profunda remodelación. Ha elaborado un plan económico que le permite ir saneando su economía, pero a costa de ajustar al máximo el gasto en la plantilla. La apuesta por la cantera, tanto rojilla en concreto como viguesa en general, se ha llevado al máximo extremo.
La fórmula funcionó de maravilla la pasada temporada. Los fichajes extranjeros, Diogo y Salazar, aunque este desertase pronto, ayudaron a que el proyecto arrancase. El Octavio sumó puntos de forma regular, amparado sobre todo en su fortaleza en casa. Al grupo se fueron sumando jugadores todavía en edad juvenil. La dinámica positiva permitió a los tiernos talentos desplegar su calidad. La victoria en el derbi sobre el Teucro fue su momento culminante. El Octavio llegó a coquetear con la fase de ascenso. Para ese objetivo estaba muy verde. No importó. Asobal no es una meta inmediata.
Los acontecimientos se han desarrollado de forma muy diferente esta temporada. Diogo no fue renovado. Y no tuvo un recambio con veteranía. Los fichajes, Gayoso, Iglesias y Piñeiro, eran también de perfil joven. Cerillo, después de que las negociaciones para su renovación se encasquillasen, decidió retirarse. Lloria, el portero, quedó como sabio de la tribu a sus 30 años. Le sigue después Hermida, de 23. Esa falta de experiencia en el vestuario se ha notado.
El Octavio perdió por una mala decisión arbitral en Gijón. Parecía capaz de mantener su nivel competitivo. Sin embargo, su juego se ha deteriorado desde entonces. El equipo tocó fondo en Zarautz en la quinta jornada. No fue capaz de competir en la cancha de un rival directo por la salvación, convertida ya en objetivo de la campaña tras esas cinco citas sin sumar. La victoria llegaría al sexto intento. Cerillo abandonó su retiro para impulsar a sus compañeros ante el Nava. Pero el capitán no puede hacer milagros. En La Roca, otro conjunto de la zona baja, el Octavio perdió de diez, resucitando sus inseguridades.
Jabato está contento con el trabajo de sus jugadores. Pero los malos resultados lastran a la escuadra, que parece el negativo de sí misma. Aquel Octavio de gol fácil y defensa porosa se guarece mejor atrás, pero es incapaz de dañar al rival. Ya limitado en el ataque estático, ahora también flaquea en las transiciones rápidas. Y la lesión de Óscar Silva, su mejor artillero, que se rompió la mandíbula en un entrenamiento antes del viaje a Zarautz, acentúa la debilidad viguesa.
Así que en el Octavio habían decidido apurar al máximo sus posibilidades financieras y realizar algún fichaje. Yailán Hechavarría surgió como gran opción. Es un lateral zurdo cubano, internacional con su selección, que en Europa disputó la Champions con el Sporting de Lisboa y también ha jugado en Catar. Hechavarría estuvo en la agenda de varios equipos de Asobal. Próximo a firmar con uno de ellos, un problema familiar frustró su mudanza. Ahora sí está en condiciones de probar la aventura española y el Octavio podría ser su puerto de desembarco. Hechavarría cubriría una demarcación sin ocupante nato (Hermida es el único zurdo que puede actuar ahí, pero en los últimos tiempos se había especializado como extremo). De gran envergadura, aportaría un lanzamiento exterior poderoso.
La negociación estaba bien perfilada, a expensas de los permisos. Pero se ha interrumpido. La junta de gobierno del Concello de Vigo aprobó la semana pasada el presupuesto de 2016. En él, la concejalía de Deportes reduce la subvención al primer equipo del Octavio de 154.500 a 114.500 euros. Un recorte de 40.000 euros que impide pensar en ningún refuerzo. Una situación dramática, porque el descenso complicaría la viabilidad del club.
