El entrenador del Mosteiro Bembrive, Roberto Carlos García, Pitu, confesaba al término del encuentro tener una "sensación agridulce". "Tengo la sensación que no hemos estado a la altura de lo que sabemos estar y que se nos ha escapado una oportunidad única", asegura.

Aún así, Pitu se siente orgulloso de sus jugadores y de su lucha. "El equipo ha acabado roto porque el esfuerzo físico, sobre todo en la primera mitad, ha sido brutal. En la segunda mitad, como es lógico, se ha impuesto el mayor físico de ellos, aunque hasta que no encajamos el cuarto, la verdad es que creí que era posible", confiesa.

Para el técnico vigués, haber empezado por detrás en el electrónico condicionó un encuentro en el que el Mosteiro desperdició una gran cantidad de ocasiones. "Ahora toca recomponer la plantilla tanto física como moralmente, porque ahora están tocados". Pero Pitu subraya que "todavía nos queda la Copa Xunta, donde nos mediremos también a un equipo de Segunda o de División de Honor, y la Liga, donde este sábado tenemos un partido importante".

Pitu destacó que las sensaciones de este encuentro son diferentes a las que tuvo cuando jugaron el año pasado ante el FC Barcelona, que ganó en As Travesas 2-12, porque "ante el Barça no tuvimos ni una opción. Este partido fue diferente", dice mientras destaca el gran trabajo de una plantilla amateur y modesta, al tiempo que desea "que esto no caiga en saco roto y que tenga su continuidad".