Academia Octavio y el Amenabar ZKE ocupan la parte baja de la tabla clasificatoria del la División de Honor B masculina. Y, precisamente, ambos cruzan sus caminos hoy por la mañana. Tras cuatro jornadas disputadas, urge empezar a puntuar.

Está resultado especialmente complicado este inicio de curso para los académicos. Suman cuatro derrotas en la liga regular y una en la Copa, que entraba dentro de todas las quinielas y que, sin embargo, dejó buenas sensaciones en la escuadra entrenada por Jabato.

Con el casillero de puntos aún a cero, el de hoy se antoja un partido clave, ya que cruzan su camino con otro equipo plagado de urgencias, el Amenabar ZKE, que es último, también con su casillero a cero.

No se puede permitir el Octavio un nuevo desliz, ya que la remontada se antoja complicada a medida que avance el campeonato. A su difícil situación clasificatoria, se une la de aprender a sobrevivir sin Óscar Silva durante una buena temporada. El primera línea ha tenido que ser operado tras fracturarse la mandíbula, y el equipo tendrá que exprimir sus recursos para capear el temporal durante los dos meses que esté de baja. A Zarautz tampoco ha viajado Toni Corcera, que se encuentra en pleno proceso de recuperación de una luxacción de hombro.

La clave en el encuentro de esta mañana, en un pabellón de reducidas dimensiones será la de miniminzar las pérdidas de balón. En un encuentro ante un rival directo como el Zarautz cada error se pagará caro, por lo que el Octavio tendrá que saltar a la cancha con un grado de concentración máximo.

El cuadro rojillo tendrá que buscar las buenas sensaciones del partido de Copa, donde mostró una mejoría que invita al optimismo y a pensar que hoy pueden estrenar su casillero.