"Estoy convencido de que algún día nos volveremos a encontrar y tomaremos una coca cola en una mesa". Es la conciliadora frase que formuló hace dos años Iker Casillas, el ahora meta del Oporto, que se reencontrará hoy con su extécnico en el Real Madrid, José Mourinho.

En el estadio Do Dragao de Oporto, el mismo que encumbró a un joven Mourinho como vencedor de una Liga de Campeones (2004) y una UEFA (2003), los flashes de las cámaras estarán muy atentos a cada gesto del capitán de la selección española, dueño de la meta del Oporto, y a cada ademán del entrenador portugués, actual entrenador del Chelsea.

Será la primera vez que se midan en un partido oficial desde que Mourinho dejó de compartir vestuario en el Real Madrid con el legendario guardameta español. El último encuentro en el que coincidieron fue una derrota en la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, el 18 de mayo de 2013 en el Bernabéu (1-2).

Desde entonces, sus caminos se separaron. Mourinho se fue al Chelsea y Casillas permaneció dos años más en Chamartín, hasta que este verano puso rumbo a Do Dragao tras una mediática transferencia.

La tortuosa relación entre ambos, que entre 2010 y 2013 pasó del respeto mutuo a la inquina, se convirtió en uno de los casos más mediáticos del fútbol mundial en el último lustro.

Aunque Mourinho siempre negó públicamente que se tratase de un asunto personal, aseguran que el portugués nunca perdonó a Casillas el papel que jugó para que la relación entre los jugadores de la selección española del Real Madrid y del Barcelona no se deteriorase. Una llamada que hizo el entonces portero merengue a Xavi Hernández para rebajar los ánimos después de varios clásicos al rojo vivo supuso el inicio del fin de la relación Mourinho-Casillas.

Pero Mourinho siempre lo negó y aclaró que sus decisiones eran puramente técnicas. "Me gusta un portero que sale bien a los centros, que domina el espacio aéreo. Iker es un fenómeno entre los palos, pero me gusta más otro tipo de portero", llegó a comentar Mourinho para justificar la titularidad de Diego López. En todo caso, el entrenador portugués aclaró ayer que si ve a Casillas "obviamente lo voy a saludar".