El ciclista eslovaco Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) se proclamó ayer campeón del mundo de ruta tras imponerse en la prueba celebrada en Richmond (Estados Unidos), después de seis horas y 14 minutos encima de la bici en los 261,4 kilómetros de recorrido.

Sagan, que sacó tres segundos de renta a sus rivales, esprintó a dos kilómetros de la meta y abrió suficiente brecha como para no dejar escapar el triunfo. La medalla de plata correspondió al australiano Michael Matthews y el bronce fue para el lituano Ramunas Navardauskas. El mejor español fue Alejandro Valverde, quinto.

El murciano no pudo ser protagonista en los últimos metros. España no estaba en las posiciones delanteras, pero la consistencia de Valverde -que tiene seis medallas mundialistas- siempre hace dar opciones al corredor del Movistar, que finalmente entró en la quinta posición, con la misma diferencia que el podio.

En cualquier caso, la jornada era de Sagan, que según cruzó la meta recibió un mensaje de su compañero en el Tinkoff Alberto Contador. "Eres un superclase", escribió el pinteño, que sabe todo lo que ha sufrido el eslovaco. El eterno 'segundón' esta campaña consiguió el premio más grande que podría imaginar: el maillot arcoiris.

La carrera estuvo marcada por la prudencia y por la escapada que cogió cuerpo a ocho vueltas para el final. El colombiano Alzate, el irlandés Dunne, el americano King, el neozelandés Sergent y el rumano Tvetcov formaron la avanzadilla.

Pese a que la ventaja creció hasta los 2:30, el grueso del grupo no aceleró hasta que las fuerzas fallaron a los aventureros y el ataque se vio neutralizado a 60 kilómetros de la línea de meta.

A partir de este momento, el título se ponía en juego. Cada vez más cerca del final Boivin, Siutsou y Phinney tomaron la iniciativa en otra intentona. Sin embargo, el teórico orden se quebró a 53 kilómetros de meta, cuando una caída masiva provocó un estrechamiento y varios ciclistas se fueron al suelo.

Hasta este punto llegó la tranquilidad porque fue el español Joaquim 'Purito' Rodríguez quien decidió ponerle picante al campeonato. Un ataque del catalán revolucionó a los gallos de cada selección y permitió la formación de una nueva escapada con siete miembros, entre ellos un español, Dani Moreno y a su vera, Mollema, Stannard, Amador, Kwiatkowski, Viviani y el experimentado Boonen.

Más, Plaza y Erviti eran los tres españoles que permanecían en el segundo grupo, pero incapaces de poder hacer magia para aupar a Valverde a los primeros puestos.