El triunfo del Celta ante el Barcelona el pasado miércoles ha entrado por derecho propio en el capítulo de las grandes gestas del conjunto vigués a lo largo de su historia. La goleada ante el actual campeón de Liga y de Europa, ha catapultado al conjunto que dirige Eduardo Berizzo al "Olimpo celeste", y llega con el planeta futbolístico asombrado, sobre todo, por la manera en la que se consiguió la proeza y bajo el unánime acuerdo de que el mérito reside en el magnífico juego desplegado por los vigueses, de ningún modo minimizado por los errores que pudieran cometer los pupilos de Luis Enrique.

Los más de 23.000 espectadores que asistieron al partido en el estadio de Balaídos han disfrutado de un privilegio que, por otra parte, han compartido con millones de almas, rendidas también a la noche de magia celeste desde el televisor -el choque fue retransmitido en directo para 98 países- o desde los distintos portales web del mundo.

El fútbol de quilates desplegado por los célticos ante el Barça, ese "fútbol de salón" coreado al unísono por un estadio entregado al juego, a la actitud y al acierto de los once "guerreros celestes" que apabullaron a los actuales campeones continentales, asombró no solo a Europa; el éxito traspasó todas las fronteras y se tradujo en epítetos infinitos en forma de altavoz que convirtieron al Celta en el conjunto de moda durante toda la jornada de ayer en las redes sociales y en las páginas web.

Esos titulares reparten gloria celeste en forma sustantivos y verbos por las páginas de papel y digitales tras la goleada sobre el Barça: "repaso", "apabulla", "atropellado por un gran Celta, "naufragio ante el Celta", "meneo", "revolcón", "se derrumba ante el Celta", "baño", "el Celta honra al fútbol", "colador catalán", "bofetada"?.

La plantilla que dirige el "Toto" Berizzo, mientras tanto, trató de rebajar el grado de euforia que unas horas antes había trazado con su juego en el estadio de Balaídos. Y lo hizo regresando al trabajo para pensar en su próximo compromiso de Liga mañana frente al Eibar en Ipurúa y advirtiendo desde todos los estamentos del club que lo primero sigue siendo el mismo objetivo: "lograr los cuarenta puntos que garanticen la permanencia". Es cierto que a nadie se le escapa que todo lo que ha sucedido en el verde tapete de Balaídos ha devuelto, si no estaba ya instalada en la afición, la ilusión a la parroquia celeste, que contempla como cada semana que pasa el conjunto que dirige Berizzo aporta nuevos argumentos que ratifican que este arranque de Liga, uno de los mejores de la historia, se presenta como uno de los mejores augurios para lo que queda de temporada.