El Villarreal asaltó La Rosaleda con un gol en propia puerta del argentino Tissone, que se equivocó al intentar despejar de cabeza un balón en su área, y mostró las carencias de un equipo que sigue sin marcar después de 450 minutos de inoperancia ofensiva. Una falta que lanzó Denis Suárez lo remató de cabeza Tissone, despistando a Kameni y dando la victoria al los visitantes.