El entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, advirtió ayer a sus jugadores que en el partido esta noche contra el Celta "no habrá ni un balón tranquilo", por la presión que presume que ejercerá el equipo que entrena el argentino Eduardo Berizzo. "No va a haber un balón tranquilo. El Celta es un equipo como el Rayo, que te presiona. Sus entrenadores ven el fútbol como nosotros, y crean partidos incómodos. El partido irá con el nivel que demos nosotros: si buscamos un encuentro tranquilo, el Celta nos pasará por encima. Esta es la duda, si daremos el nivel y si será suficiente", señaló el preparador azulgrana.

A su homólogo en el Celta, el argentino Eduardo Berizzo, le reconoció todo el éxito por el que atraviesa el equipo vigués. "Berizzo tiene todo el mérito. El año pasado le costó, y al final de la temporada el Celta estuvo a un nivel altísimo y este año es uno de los mejores equipos de la Liga", subrayó.

Para Luis Enrique, el partido de hoy en Vigo entraña "la máxima dificultad" para el Barcelona, y recordó lo que le costó ganar al Barça el año pasado en Balaídos. "Este año, de nuevo, han hecho un gran mercado, reforzándose bien, con Miguel Torrecilla, que acierta en la mayoría de fichajes. El Celta hace puntos de forma atractiva y cada balón nos va a presionar y querrá hacerlo cerca de nuestra portería", alertó.

El entrenador del Barcelona se mostró expectante acerca de las opciones de la entidad de conseguir de la FIFA y de la Federación España de Fútbol que la ficha del lesionado Rafinha Alcántara pueda pasar al turco Arda Turan, contratado este verano pero que aún no puede jugar ni un solo minuto con el Barça porque el organismo todavía entiende que el club está en periodo de sanción.

Ayer otro jugador, como es Sandro Ramírez, se cayó de la lista por lesión, debido a una contusión, por lo que se preguntó a Luis Enrique si la preparación física está siendo la razón para explicar la gran cantidad de bajas: "¡Las lesiones no vienen por la preparación física, hombre!", respondió con energía el preparador, quien entiende que lo que le está sucediendo al Barcelona no escapa de la lógica de una temporada. "Seguimos en prevención [evitando lesiones] y trabajando muchísimo. Seguimos sin arriesgar jugadores en tantos partidos", manifestó.

En este sentido, el preparador azulgrana aseguró que él no siente que esté viviendo "una situación catastrófica" con las bajas por lesión y por no poder entrar en el mercado por la sanción de la FIFA.

"Aquí estamos acostumbrados a infinidad de problemas. El jugador del Barcelona es un espécimen único en abstraerse. No percibo que estemos en una situación de este tipo. Para mí, es una situación maravillosa con los jugadores que tengo", dijo.

Luis Enrique bromeó cuando se le interpeló sobre el nivel de juego del Barça, subrayándose en la pregunta que a estas alturas el año pasado su equipo jugaba mejor, a lo que replicó: "¡Si el año pasado a estas altura me queríais matar!"

"Estoy contento con el rendimiento del equipo. Durante la temporada daremos muchas versiones. Ahora, todos saben cómo jugamos y los rivales tienen algo que decir", añadió.

El entrenador del Barcelona recuperará, por otra parte, al central Gerard Piqué, que ha estado sancionado cuatro partidos "por un error que cometió, entre comillas. Se perjudicó a él y al equipo. Es una buena noticia recuperarlo".

Finalmente, preguntado por la posibilidad una Liga sin el Barça, si Cataluña lograse la independencia, Luis Enrique dijo: ""A estas alturas y en el mundo en el que vivimos me puedo imaginar cualquier cosa, pero en general, en cualquier ámbito de la vida".