El Abierto de Estados Unidos, el último torneo de Grand Slam de la temporada, bajo su telón, con uno de los duelos "clásicos" de la última década en la competición masculina como fue el que protagonizaron el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, y el suizo Roger Federer, segundo favorito.

El primero que tenían ambos en una final del Abierto desde el 2007, gracias al resurgir de Federer, que a sus 34 años, intentó durante toda la temporada restablecer el "viejo orden" que impuso en el circuito con su tenis magistral durante más de una década.

No fue posible, como le sucedió en la pasada final de Wimbledon, Djokovic volvió a encontrar la manera de hacer que los tantos decisivos cayesen de su lado y después de tres horas y 20 minutos lo derrotó por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, aunque el suizo tuvo también claras oportunidades de haber ganado y estuvo siempre en el partido.

La victoria de Djokovic deja empatada a 21-21 la serie que ambos han jugado en el circuito profesional, pero Djokovic lograba el noveno título de Grand Slam en los últimos 18 que ha disputado por sólo uno que ha ganado Federer en seis Grand Slam.

Djokovic cumplió con todos los pronósticos de acabar el año como el mejor del mundo con marca de 63-5 y siete títulos individuales, incluidos tres de los cuatro grandes, además de dejar en 40-4 la marca en los partidos que ha disputado en pista dura.