Un empate doloroso encajó ayer el Celta ante un rival que jugó en inferioridad numérica durante ochenta minutos. "Tristes y jodidos", según Fontás, se fueron los jugadores de Berizzo por desperdiciar una clara ocasión para sumar la tercera victoria consecutiva de la temporada. Sin embargo, piensa el zaguero catalán que el balance del inicio de Liga es excelente para ellos: siete puntos han sumado de los nueve que disputaron.

"Estamos tocados por el resultado. Evidentemente, no estamos contentos ni satisfechos. Creo que teníamos el partido controlado. Pudimos hacer el 4-1, que creemos que hubiese sido definitivo, no lo conseguimos y al final Las Palmas se vinieron arriba. Ellos realizaron un buen trabajo defensivo, para salir a la contra y aprovechar alguna falta; y así ha sido. Nos vamos tristes, jodidos, por las sensaciones del partido porque teníamos que haber ganado. Se nos escapó y nos deja mal sabor. Pero hay que seguir porque llevamos siete puntos de nueve y no está tan mal el comienzo, es un buen bagaje", comenta Fontás, quien lamenta los silbidos al Tucu Hernández.

El catalán defiende que al equipo celeste quizás le perjudicó más que le benefició la expulsión del portero de la UD Las Palmas, después de que en las dos anteriores jornadas también estuviesen casi todo el partido en superioridad numérica:"Jugar contra diez nos está costando más psicológicamente que favoreciendo. Ellos se han metido atrás, nosotros hemos tenido muchísimas ocasiones con el 2-0, no las hemos metido y después llega su primer gol con un error defensivo nuestro y parece que nos entran dudas. Parece que contra diez tengamos que hacer el partido de nuestra vida, ganar 6-0 a cualquier rival, y no es así".

Lamenta los despistes defensivos que ayer impidieron la tercera victoria consecutiva: "Somos un equipo ofensivo pero la parte defensiva la tenemos que controlar un poco más. Hoy no lo hemos hecho y por ahí Las Palmas ha encontrado el objetivo que buscaba".

Desaprueba los silbidos a Pablo Hernández. "Nunca estoy de acuerdo en silbar a un jugador de tu propio equipo, pero al final la afición es la que manda, la que decide. Nosotros tenemos que apoyarlo porque no es el primero ni será el último al que le pase. Estamos a muerte con él y estoy convencido de que dará muchas alegrías al equipo".