Paco Herrera saboreó esta tarde en Balaídos su particular venganza. El ex entrenador del Celta, al frente de la UD Las Palmas, regresó por segunda vez a Balaídos para hacer volar dos puntos y bajar a los celestes del liderato. Los de Berizzo no supieron medir los tiempos de un encuentro que se les puso demasiado de cara muy pronto. A los diez minutos los canarios se quedaron con uno menos por expulsión de Javi Varas y Orellana adelantó al Celta de penalti. La situación todavía se puso mejor cinco minutos después, cuando Wass duplicó la ventaja. Pero Las Palmas demostró su pundonor. Acortó distancias antes del descanso por medio de Araújo y en la reanudación, después de que Nolito volviese a poner tierra de por medio con su tercer gol de la temporada, siguió luchando hasta lograr el empate gracias a los goles de Pablo Hernandez -en propia puerta- y de David Simón. Cuando el Celta quiso reaccionar ya fue demasiado tarde.

El partido arrancó a un ritmo endiablado. Todavía no se había sentado todo el mundo en sus butacas cuando entre Celta y Las Palmas ya habían desperciciado tres ocasiones claras. Las dos primeras fueron para el cuadro local. Un jugadón entre Nolito y Aspas finalizó con un disparo desde la frontal de Orellana que salió lamiendo el palo izquierdo de Javi Varas, que casi sin respirar rechazó un chut a quemarropa de Nolito. En medio de este correcalles demencial Roque Mesa falló en la otra portería al envíar alto un servicio de Araújo desde la línea de fondo.

Pero fue el Celta quien zanjó este intercambio de golpes. Javi Varas derribó dentro del área a Iago Aspas después de que el moañés lo regatease y se fue a la calle. Orellana no perdonó desde los once metros. Otra vez el Celta con ventaja y con superioridad numérica por tercer partido consecutivo. Además, en menos de cinco minutos Wass hizo es segundo -su primer gol como celtiña-, después de una buena jugada de Aspas y Orellana por la derecha.

Entonces empezó el calvario del Celta. Araújo se benefició de un exceso de relajación de la defensa del Celta para acortar distancias y a partir de ese instante, el partido dio un vuelco. Las Palmas, con uno menos y por debajo en el marcador, se fue con corraje y sin complejos en busca de la portería defendida por Sergio Álvarez. La velocidad y verticalidad de Jonathan Viera, y en especial de Sergio Araújo fueron un quebradero de cabeza para los de Berizzo, que recibieron con los brazos abiertos el descanso.

En la segunda mitad se repitió la misma película, pero esta vez con un desenlace trágico. Nolito se aprovechó de un error defensivo de los canarios y marcó a placer después de una asistencia de Aspas. En ese momento el Celta intentó jugar con cabeza, monopolizar el juego y mover el balón de un costado a otro. Pero otra vez, cuando parecía que lo más difícil era estropearlo todo, llegó otro gol de los isleños. Esta vez fue el 'Tucu' Hernández, que marcó en propia puerta después de una jugada de estrategia mal defendida por los olívicos. Con el mismo guión que en la primera mitad y sin nada que perder, Las Palmas se vino arriba. Pudieron marcar Araújo y Alcaraz, pero el que lo hizo fue el lateral derecho David Simón, que definió una contra rápida del conjunto amarillo.

El Celta se despertó con la bofetada, pero fue demasiado tarde. Berizzo puso a toda la artillería sobre el césped. Guidetti y Bongonda se sumaron a la delantera en lugar de Hernández y Mallo, pero el marcador ya no se movió. Aspas tuvo en sus botas las dos más claras antes del final, pero Lizoain, el sustituto de Varas, se hizo enorme entre sus tres palos. Empate con sabor amargo del Celta, que perdió una ocasión de oro para mantener un liderato que le ha durado dos semanas. Ahora queda una semana de trabajo hasta el duelo de la cuarta jornada, el próximo domingo a las 12.00 horas en el Pizjuán ante un Sevilla enrabietado que todavía no conoce la victoria.