El Academia Octavio recibe mañana en Navia al Alarcos Ciudad Real en su debut como local. Los jóvenes rojillos buscarán los primeros puntos de la temporada en un duelo de especial calado sentimental para su entrenador, Jabato, que se topará enfrente a numerosos excompañeros y amigos.

Jabato se formó en el Ciudad Real antes de que Díaz de Mera lo convirtiese en el dominador nacional y europeo. El extremo emigraría pronto. Militó en Torrevieja, Altea, Puertollano, Alicante, OAR Coruña y Toledo antes de vivir en el Octavio su última etapa. Contempló desde la distancia, también como rival, el auge y caída del proyecto manchego, que acabó por implosionar tras vivir sus estertores como Atlético.

De las cenizas de aquel Ciudad Real han nacido dos nuevos clubes en su localidad natal, este que visita Vigo mañana y el Caserío, de Primera Nacional, que ha heredado el nombre original, de antes de las glorias. "Como ciudarrealeño me alegro de que haya otra vez un equipo en una categoría tan competitiva como División de Honor Plata", comenta Jabato. "En la ciudad se respira balonmano. Existe mucha tradición". Aunque advierte: "Los sentimientos quedan a un lado el domingo. Yo les deseo lo mejor siempre que no jueguen contra el Octavio".

En Vigo jugó sus tres últimas campañas (2011-2014). Aquí ha debutado como entrenador y se ha asentado familiarmente. "Por el Octavio lo doy todo", resume. Pero es cierto que el enfrentamiento contra el Alarcos le toca la fibra íntima. Hasta su padre, Manuel, es "siareiro" del Octavio a la vez que socio del Alarcos. El entrenador del conjunto manchego, Javier Márquez, lo dirigió cuando era joven. El ayudante de Márquez, Luisma Moyano, fue su compañero. E igual Jesús Herrero, que sigue en activo a sus 36 años, pese a ser un año mayor que el preparador académico. Jabato y Herrero compitieron por la titularidad en el extremo izquierdo del Ciudad Real durante años. Son amigos -Herrero asistió a la boda de Jabato-. "Lo acaban de nombrar mejor jugador sénior de Castilla La Mancha. Y era suplente mío. Ya le he dicho que el nivel ha bajado mucho", bromea Jabato.

El Alarcos debutó en División de Honor Plata perdiendo ante el Barcelona B (23-31). Un resultado comprensible. El filial azulgrana "es un All Star de jóvenes", analiza Jabato. Admite que "el Alarcos no hizo un gran partido. A lo largo de la temporada hay luces y sombras. Quizás les influyeron los nervios del primer partido". No se engaña respecto a lo que le aguarda al Octavio: "Toca ponerse el mono de batalla".