Ocasión de redimirse

| La etapa de hoy de la Vuelta 2015, la decimoctava, Roa-Riaza, de 204 kilómetros, supondrá la primera oportunidad de cambiar las cosas a los damnificados de la crono de ayer en Burgos, ya que cuenta con un alto de Primera categoría, el Puerto de la Quesera, a solo 13 kilómetros de meta, todos en descenso.

El español Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha) ha reconocido que no ha hecho en Burgos la contrarreloj que tenía que hacer para mantener el liderato de la Vuelta, algo que ha reconocido sí han hecho sus grandes rivales Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) y Fabio Aru (Astana), que le han remontado en la clasificación general.

"Yo tenía que hacer unas grandísima crono y no la he hecho. En cambio Dumoulin y Aru se han salido. Aru ha estado impresionante y a mí se me ha escapado el objetivo marcado por un minuto", ha asumido el mal resultado en la crono.

A pesar de que durante muchos días había dicho que si se daban diferencias como las de ayer "la Vuelta acaba en Burgos", ha adelantado que va "a seguir intentándolo" en los "tres días muy buenos que quedan" para atacar en la montaña. "Esto no se ha acabado, quedan tres días duros. Hay que dar caña y reventar ahí al holandés", ha apuntado, asegurando que "queda terreno para moverse".

Además espera que "haya movimientos" que le beneficien en las próximas etapas. "Cuando hay movimientos siempre salgo perjudicado, pero a ver si por una vez me toca torear bien", ha apuntado.

El corredor catalán, ahora tercero en la general, ha asegurado que tras la crono de ayer tiene "más rabia que 2012", cuando perdió la Vuelta en una escapada de Alberto Contador en la etapa de Fuente "Cada vez me queda menos y parece que todo se me tuerce para conseguir una grande", ha lamentado.