Va a ser sin duda una de las imágenes de estos Mundiales de Atletismo: la del cámara chino que derribó con su carrito al campeón del mundo de 100 y 200 metros lisos. Pudo haber tenido consecuencias fatales para la integridad de Usain Bolt, pero como todo quedó en una anécdota, el jamaicano aceptó hoy de buen grado las disculpas de Song Tao. El reencuentro más esperado se produjo tras la ceremonia de entrega de medallas. El cámara, que regresaba a sus ocupaciones en el estadio olímpico de Pekín, se acercó a Bolt y le ofreció un regalo. Bolt abrió la cajita y dentro había una pulsera, que el propio Song Tao le colocó en la muñeca al atleta.

Después, los periodistas volvieron a preguntarle a Bolt, quien bromeó repetidamente sobre el asunto: "¡Trató de matarme. Era como si dijera: "usted está ganando demasiado", aseguró entre risas durante la rueda de prensa conjunta con Justin Gatlin, a quien llegó a involucrar en la "conspiración"