La Copa Bedriñana volverá a las manos de un tenista español en la 75ª edición del Torneo Internacional de Tenis de Vigo, después de que el donostiarra Juan Lizariturry y el portuense Ricardo Ojeda se hicieran, con todo merecimiento, con un puesto en la final del campeonato, tras eliminar al canario David Vega y al alemán Jean Marc Werner, respectivamente. El partido decisivo, que será de entrada libre y gratuita, se disputará este sábado (12.00 horas) en la pista central del Club de Campo.

Se cumple de esta manera uno de los deseos del campeonato, que en su aniversario más especial volverá a sentir la sinergia que ha mantenido durante toda su trayectoria con el tenis nacional. Así, el vasco o el andaluz tomarán el relevo del argentino Mateo Nicolás Martínez, del venezolano Ricardo Rodríguez o del francés Mathieu Rodrigues, por mencionar algunos de los últimos ganadores.

Lizariturry y Ojeda se mostraron superiores a sus rivales en las semifinales de este viernes. El jugador nacido en San Sebastián fue el que más resistencia sufrió, y también el que más espectáculo ofreció. Un día más salió de la pista ovacionado por el público. ´Liza´, como le llaman, ofreció otro recital desde el fondo de la pista, devolviéndolo todo y haciendo imposibles los esfuerzos de Vega. Lejos de ser un jugador meramente defensivo, el donostiarra recurrió a la red en varias ocasiones para buscar alternativas a su juego.

El choque se resolvió en dos sets pero perfectamente se pudo ir al tercero. Tras un inicio de partido muy igualado, Lizariturry se anotó el primer set al romper el servicio de su rival en el noveno juego (5-4). Aunque no le resultó sencillo cerrar la manga, logró dar el primer golpe.

Vega ya había avisado de que no afrontaba el duelo en las mejores condiciones físicas. Pidió la entrada del fisioterapeuta y salió decidido a arrollar en el segundo parcial para jugársela al todo o nada. Encarriló su objetivo de forma descarada hasta alcanzar una ventaja de 4-0. Se giraron las tornas y fue en ese momento el tenista vasco quien solicitó la asistencia médica de cara al cambio de pista. Antes, sorprendió con un break inesperado (4-1).

Fue el inicio de una remontada insospechada. Consolidó la rotura y se anotó otra más hasta igualar el marcador (4-4). Incluso sirvió con 5-4 a favor, pero Vega todavía estaba dispuesto a dar el último coletazo (5-5). Finalmente, sucumbió física y psicológicamente al desgaste al que le sometió un Lizariturry tan táctico como virtuoso.

Menos pelea hubo en la semifinal entre Ojeda y Werner. El alemán, con dolor de espalda a lo largo de toda la semana, salió a la pista con problemas en un pie. Intentó mantenerse en el partido en todo momento e incluso respondió al break que sufrió en el tercer juego. Pero la rotura de servicio que encajó con 6-5 fue demasiado dura. Visiblemente cabizbajo, pidió la entrada del fisioterapeuta y aguantó lo que pudo. Se retiró con 7-5 y 2-0 en el marcador tras una hora y diez minutos de juego.

Así, Lizariturry y Ojeda, un apellido vasco y otro andaluz, protagonizarán una final que supone un soplo de aire fresco a la hegemonía clásica del tenis mediterráneo. Uno de los dos escribirá, con letras de platino esta vez, su nombre junto al de Rafa Nadal, Manolo Santana o Manuel Orantes en la 75ª edición del torneo.

Martos y Toledo, campeones en dobles

Por su parte, la pareja formada por el balear Sergio Martos y el catalán Pol Toledo, cabeza de serie número 1 del cuadro de dobles, cumplió los pronósticos y se proclamó campeona de la Copa Excelentísimo Concello de Vigo, que recibió de manos del concejal de Deportes, Manel Fernández, al vencer a Eduard Esteve y Pedro Martínez Portero por 6-4 y 6-3.

Su dominio en el campeonato se refleja en los resultados que cosecharon ronda tras ronda. No cedieron ni un solo set en todo el torneo. Su consistencia quedó contrastada a lo largo de toda la final, en la que solo sufrieron durante los primeros compases.

Tras ver frustradas dos roturas con otros dos contrabreaks, Martos y Toledo vieron su oportunidad cuando restaban con 5-4 a favor en el primer set. En ese momento lograron anotarse el décimo juego ante la imposible respuesta de sus rivales. Toledo demostró moverse muy bien en la red, con movimientos propios de un gran doblista.

La segunda manga fue otra historia. En cuanto los favoritos ampliaron su ventaja a de 2-2 a 4-2 ya no vieron peligrar su victoria. Solo un 0-30 en el último saque hizo sobrevolar una pequeña duda, que Martos despejó apoyándose en su saque.