Tras conquistar la Supercopa de Europa en Tiflis en un emocionante partido ante el Sevilla, el Barcelona prosigue el camino hacia el ansiado sextuplete en el nuevo San Mamés, donde el Athletic puede aprovecharse de su cansancio para sacar ventaja en la ida de la Supercopa de España.

El Athletic Club lo afronta con un ojo en la próxima eliminatoria europea que tendrá afrontar a continuación ante el MSK Zilina eslovaco, una ronda en la que se juega estar en la Fase de Grupos de la Liga Europa, uno de sus objetivos prioritarios para esta temporada.

No obstante, el equipo de Ernesto Valverde no le hace ascos a una competición que podría darle el primer título oficial en los últimos 31 años, desde que, precisamente, se llevase la Supercopa 1984-1985 sin tener que jugarla en su calidad de campeón de Liga y Copa.

Esa circunstancia fue la que hizo cambiar las normas de una competición encajada en el calendario como un torneo de verano pero que ha adquirido prestigio e importancia por ofertar un título oficial que sumar al palmarés.

Es esa condición de competición oficial lo que ha ido aumentando la importancia de una Supercopa de España que este año vuelve a suponerle al Barcelona una estación más en su, por el momento imparable, camino hacia un nuevo 'sextete'.

Y en ese trayecto, Bilbao, el Athletic, es la quinta parada. Un lugar de éxito para el Barça en la última ocasión en la que lo transitó en esta competición, en 2009. Curiosamente el día de la primera aparición estelar de Pedro Rodríguez, entonces todavía 'Pedrito'. Un fuerte disparo que puso el 1-2 final de la ida en San Mamés e impulsó una carrera quizás inesperada pero espléndida y cargada de alegrías para el delantero criado en La Masía.

El Barça sufrió ante el Sevilla lo indecible para levantar su quinta Supercopa de Europa, en un partido que tenía ganado con 4-1 y que tuvo que acabar resolviendo en la prórroga con un gol de Pedro (5-4).

A estas alturas de la temporada, disputar 120 minutos de una final agónica marcada por una enorme intensidad, se paga, y Luis Enrique tiene pensado reservar a algunos de sus titulares. Máxime, cuando el próximo lunes volverá a medirse al conjunto bilbaíno en el Camp Nou, donde probablemente se decida el título.

La mejor noticia para el técnico asturiano es que la guerra de Tiflis no se ha cobrado nuevas víctimas. Incluso Iniesta, que fue cambiado en la segunda mitad por un fuerte golpe, se ha entrenado con normalidad. Por lo tanto, los azulgranas mantienen las bajas de Jordi Alba y Douglas Pereira, lesionados, las de Arda Turan y Aleix Vidal, que no pueden ser inscritos.