A Madroa fue el escenario donde se clausuraron de manera simbólica los numerosos campus que organizó la Fundación Celta. El pasado sábado, en un acto cargado de simbolismo, se entregaron los diplomas a los más de cien participantes de la quinta semana de trabajo. También algunos premios especiales, como el de mejor comportamiento y también la posibilidad de tener garantizada su presencia el próximo año. Hugo Mallo ejerció de padrino y saludó a todos. También estuvo durante mucho tiempo firmando autógrafos.

En la actualidad solo queda activo el campus que Monterroso, que finalizará el próximo viernes. Por A Madroa pasaron casi la mitad de los jóvenes entre cuatro y 16 años que formaron parte de esta iniciativa. Se le aplicaron los mismos métodos de entrenamiento que se realizan en los equipos de la cantera del club vigués. Una metodología considerada como la más vanguardista de España, aunque en este caso se realizaron otras actividades. Una de las que contó con mayor aceptación fueron las clases de inglés.

Alex Abalde resaltó en su alocución a los jóvenes promesas "el gran compromiso de todos. Su comportamiento ha sido magnífico. Se puede considerar como excepcional". También la actitud de los padres, que les llevaron todos los días hasta las instalaciones de club.

El responsable de los campus del Celta desveló también algunos detalles inéditos. Como el de un joven que se participó durante las cinco semanas en el campus. "Ya era como de la familia", recuerda Alex Abalde. Para él hubo un reconocimiento especial. También para la labor de los monitores que trabajaron incansablemente.