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El recambio natural de Larrivey

Borja Iglesias, que destaca este verano con Berizzo, es un gran admirador del argentino

Borja Iglesias con Larrivey, en la concentración en Alemania. // @borjaiglesias9

El traspaso de Joaquín Larrivey supone un excelente negocio para el Celta, que ingresa alrededor de dos millones de euros del Bani Yas de los Emiratos Árabes por un futbolista que llegó a Vigo a coste cero tras marcharse del Rayo Vallecano con la carta de libertad. Además, quienes creían que el equipo celeste perdería potencial sin el argentino (con 11 goles fue el segundo máximo realizador céltico), la irrupción de Borja Iglesias en el primer equipo genera ilusión. El comportamiento del delantero compostelano de 22 años es una de las sorpresas en la pretemporada del conjunto de Berizzo. No solo aporta goles (suma dos, los mismos que Aspas), sino que destaca por su buen juego de espaldas, la pelea con los centrales, se asocia con los compañeros y es un especialista en dar asistencias. Muchos seguidores del Celta le ven similitudes con Larrivey, al que supera en estatura por dos centímetros (1,87 metros mide). Además, es nueve años más joven que el argentino.

Borja Iglesias, que llegó al Celta B en el verano de 2013, procedente del Villarreal, no esconde sus simpatías por el delantero centro de Buenos Aires, del que despidió en su cuenta de Instagram añadiendo una fotografía en la posan juntos en la concentración en Alemania y le agradece lo mucho que aprendió junto al ahora jugador del Bani Yas.

"Mucha suerte", arranca el compostelano su adiós a Larrivey en las redes sociales. "Gracias por todo lo que me has enseñado. Para mí eras, eres y serás un ejemplo a seguir. Un abrazo, animal", se despide el céltico que anotó el primer tanto de los de Berizzo en la pretemporada, ante el Greuther. Después asistió a Orellana para que el chileno marcase el segundo. En la siguiente cita, Iglesias aprovechó una gran asistencia de Wass para igualar ante el Núremberg. Berizzo valoró el trabajo del canterano, al que alineó en el último cuarto de hora del duelo contra el Galatasaray. No anotó, pero dejó la sensación de que en cualquier momento podía hacer daño a un rival que se encerró en su área en los últimos minutos ante el empuje del Celta.

Aunque es su primera pretemporada con Berizzo (tuvo que soportar la novatada de que los veteranos del equipo le cortasen en pelo), Borja Iglesias Quintas (Santiago de Compostela, 17 de enero de 1993) es un asiduo en los entrenamientos del primer equipo en A Madroa. De hecho, ya debutó en Primera División. Fue ante el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán. Entró en los últimos minutos, con el equipo vigués jugando en inferioridad por la expulsión de Planas. Sustituyó a Santi Mina.

La temporada la disputó con el Celta B, en el que se convirtió en el máximo goleador (17 tantos) y asistente del filial céltico. En su primera temporada anotó 13 tantos. Era su debut en Segunda División B. El año anterior había jugado en Tercera División con el Villarreal C (11 goles).

Su relación con el gol la cultiva desde que con cinco años comenzó a jugar al fútbol sala en el colegio. En infantiles marcó 39 goles y en el Campeonato de España de la categoría llamó la atención del Valencia. En la cantera del conjunto de Mestalla pasó tres años, sumando 49 goles. Firmó por el Villarreal, que lo cedió al Roda, con el que fue segundo máximo realizador de la División de Honor Juvenil (32 goles). Y tras un año en el tercer equipo del Submarino Amarillo, el Celta contrató al delantero de Santiago, que se mueve bien en el área rival y que ha mejorado en muchos aspectos del juego en el último año compartiendo entrenamientos con jugadores como Larrivey.

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