Tomas Vieito hace las maletas. El windsurfista vigués parte hoy hacia Palermo. En aguas sicilianas, del 22 al 29 de este mes, se disputa el Campeonato de Europa de RS:X, la modalidad olímpica. El vigués, de 21 años, apuesta fuerte. Aprovecha que el Europeo es de modalidad 'open' para medirse con la elite de la especialidad. Este verano se muda a Barcelona, donde se entrenará junto a los más brillantes de su camada. A largo plazo, un horizonte concreto: los Juegos de Tokio en 2020. "Es el objetivo claro, mi sueño".
Vieito, que pasó por el Náutico de Cangas y el Punta Lagoa, pertenece al Liméns Wind & Sup, que lo apoya en la aventura siciliana. Viqueira, patrocinador del club, también ha financiado su presencia en el Campeonato de Europa. En la Eurocup Princesa Sofía, disputada recientemente en Mallorca, el olívico quedó cuarto entre los españoles. Solo dos componen el equipo nacional. Así está de cerca y a la vez de lejos. "Es mi primera campaña olímpica y 2016 es como quien dice mañana. Mi plan ahora es acumular experiencia y meterle caña, que vean que aquí estoy".
Palermo congregará a medio millar de regatistas, entre ellos más de un centenar de RS:X. Los windsurfistas, a mitad de competición, quedarán divididos entre el grupo oro y el grupo plata. Y Vieito aspira a verse de dorado: "A partir de ahí todo sería aprender y subir escalones".
El joven se relaciona de forma natural con el mar desde pequeño, cuando sus padres los iniciaron a él y a su hermano mayor Juan en los deportes náuticos. Juan, de 23 años, se ha decantando en esta fase de su carrera por la Fórmula Windsurf, la modalidad con velocidades más elevadas. Acaba de ser tercero en Portugal.
Tomás se mantiene fiel a la vertiente olímpica. Y ese sueño de competir en Tokio le obliga a cruzar determinadas fronteras vitales. Así, abandona el hogar familiar y se traslada a Barcelona. Allí podrá entrenarse con los residentes del Fórum Olímpico, entre ellos Toni Bonet, su principal adversario generacional; una rivalidad que contribuye a impulsar a ambos.
Tomás Vieito tiene otro windsurfista que le sirve de guía, por emulación en este caso: Jorge Maciel, el guardés que fue olímpico en Atlanta y Sidney. "Es la referencia, desde luego. Él ya no compite con material olímpico. Pero hemos compartido pruebas y nos divertimos mucho. Jorge alcanzó el nivel al que yo aspiro a llegar".
