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Borja Oubiña: "Necesito ver que voy a ser útil al Celta"

El excapitán, que decidirá antes de fin de mes si sigue en el club, quiere estar seguro de encajar y ser competente en su nueva tarea

Borja Oubiña, en la recepción de FARO DE VIGO, durante su visita ayer al periódico. // Marta G. Brea

-¿Cómo es su nueva vida?

-De momento no ha cambiado mucho, veremos cuando empiece la pretemporada y tenga otros objetivos. Entonces cambiará, pero por ahora es más o menos lo mismo.

-¿Cuál es su actual rutina?

-Levantarme a las ocho de la mañana, temprano, como siempre. Y a partir de ahí, estos días tengo muchas cosas que hacer. Al final de año siempre aprovechas para hacer cosas que durante el año no puedes. Hacer algo de deporte por las mañanas, lo que el tiempo me permite, y poco más.

-Es decir que aún no le ha dado tiempo a echar de menos la vida que está dejando atrás.

-Intentaré no echarla de menos. Se acaba una forma de vivir y empieza otra que espero que sea igual de bonita que la anterior.

-¿Tiene ya claro hacia dónde va a encarrilar su futuro?

-Sí, pero hay que darle un poco de forma y sentido. Reunirme con la gente [del Celta] que tengo que reunirme y ver si encajo y cómo encajo en el club.

-Me resulta difícil creer que no pueda encajar en el Celta.

-Puede ser que no encaje, no sé. Necesito ver que voy a ser útil. El hecho de haber jugado al fútbol y de haber tenido un cierto nivel o haber pasado muchos años en un club no te da necesariamente derecho a integrarte en él. Lo importante es ser competente

- Pero, ¿realmente quiere seguir vinculado al fútbol?

- En principio sí.

- Se lo digo porque es un tipo preparado, tiene estudios, y podría dedicarse a otra cosa.

- A ver, si me preguntas hace unos años, te diría que no pensaba seguir vinculado al fútbol pero ahora te digo que sí. Las cosas cambian. Pasan cosas en tu vida que te hacen ver el fútbol de otra manera y, en este sentido, pienso que puedo ser útil, pero hay que ver cómo puedo encajar. Las experiencias y la vida te van cambiando y hay que tener la mente abierta para afrontar los retos que puedan venir.

-¿Hay en Borja Oubiña un futuro entrenador?

-Puede ser, no lo descarto. Hace unos años diría que no, porque lo veía demasiado complejo y siempre tuve la sensación de que lo importante eran los jugadores. Sigo pensando que son lo más importante, pero he comprobado que un entrenador puede hacer a un equipo mucho mejor, exageradamente mejor. Y a través de los ejemplos que he tenido en los últimos años, sobre todo con Luis [Enrique] me di cuenta de la importancia de la táctica.

-Luis Enrique ha dejado huella en A Madroa, sobre todo por su metodología de trabajo, muy distinta a lo que se conocía.

-Tiene de todo, es un líder, que te convence, diferente a todos los entrenadores que tuve. Y luego tiene una metodología diferente a la que yo había experimentado y vivido. Cuando acaba la temporada, te das cuenta de que te ha dejado muchos conocimientos sobre las situaciones que se dan en el juego y te da herramientas para interpretarlas y llevarlas a cabo. Es el mejor entrenador que he tenido.

-¿Se ve trabajando con chavales? Al fin y al cabo, usted ha sido un referente de la cantera y tiene una valiosa experiencia que aportar.

-No lo sé. Mi experiencia más reciente es la que he tenido en el fútbol profesional y eso a veces es difícil de extrapolar: llevar el fútbol profesional a la base.

-Pero sí puede mostrarles el camino para llegar.

-Sí, pero el fútbol es muy amplio, tienes muchas variantes, y te puedes focalizar en muchas de ellas, con el tiempo ser verá.

- Cuando se le pregunta al Celta sobre su futuro, piensan que su cargo podría ser el de un especie de enlace del club con los técnicos de la cantera. ¿Pueden ir por ahí los tiros?

- Agradezco mucho que me valoren y que piensen que puedo ser una persona competente. Luego ya te digo que tengo que ver yo si encajo.

-¿Y eso cuando será? ¿Se ha marcado un plazo?

-Antes del mes de julio, seguro.

-Echando la vista atrás, ¿con qué se queda de sus años futbolísticos, aparte de esa batalla perdida y de algún modo también ganada a las lesiones?

-Pues, como ya he dicho, me quedo con una sensación agridulce, por una parte amarga de no haber desarrollado mi carrera como quise, y la parte dulce de haber luchado hasta el final.

-Más de uno le dio por desahuciado para el fútbol. ¿Llegó a pensar en algún momento que no volvería a jugar?

-Nunca tuve esa sensación. Así como este año sabía que era muy difícil, por la edad, por el desgaste de la rodilla, en el pasado siempre pensé que tendría una solución. Siempre pensé que, empezando de cero, la rodilla podría aguantar. Ése era mi objetivo y cuando trabajas con un objetivo y le ves creíble todo resulta más fácil. Por eso no tuve días especialmente malos.

-Incluso llegó a alcanzar un nivel más que aceptable, quizá no el de los mejores años, pero sí bastante alto.

-Sí lo principal es ser competitivo, luego puedes jugar mejor o peor. Pero me entrenaba bien, que es lo básico y me he sentido competitivo. Luego hay muchos condicionantes que te pueden llegar a estar mejor o peor. Pero me sentía competitivo y la rodilla me permitió tener cierta continuidad en los entrenamientos.

-De todos modos, quizá su mayor virtud como futbolista ha sido su sentido táctico del juego, su forma de ocupar el campo y eso nunca lo perdió.

-En esta parte final de mi carrera he intentado vivir principalmente de eso, de conocer el juego y al rival. Lo más bonito en la vida es reinterpretar todo, resetear y volver a empezar. Es lo que he intentado en estos últimos años. Quizá la gente no se ha dado cuenta, pero he tenido que cambiar mi forma de jugar.

-Y en esa forma de ver el juego y la posición del rival también hay un entrenador.

-Sí, el medio centro tiene un feeling diferente al del resto de los compañeros. Normalmente siempre estás cerca del balón en cualquier situación que se dé en el campo. Eso a nivel defensivo. Y a nivel ofensivo cuando estás en el medio sientes y hueles como van las cosas, y desarrollas un sentido especial.

-Decía que el técnico que más le ha impresionado es Luis Enrique. ¿Cual es el jugador que más le ha llamado la atención?

-Hay tantos. Pero muchos, sobre todo los desconocidos, como Silva cuando estaba en el Eibar. Es un jugador que te hablan de él y cuando lo tienes enfrente llamaba verdaderamente la atención. Luego ha habido jugadores que no controlas, sobre todo en Segunda y en Segunda B, incluso en Tercera. Hay mucho talento desperdigado en estas categorías. Luego, hay jugadores de primer nivel que te impresionan en ciertas situaciones. Un caso claro es Maldini, que apenas hablaba y transmitía una sensación de superioridad increíble. Recuerdo a Henry, que era bestial; con Zidane se me caía la baba.

-También ha podido jugar contra Messi.

-Messi es punto y aparte. Es una especie de futbolista diferente, que hace lo que le da la gana. Messi siempre encuentra soluciones. A algunos jugadores no les puedes dejar pensar, cuanto más piensen peor; a otros no hay que darles espacios; a Messi da igual lo que le hagas, en cualquier situación encuentra soluciones. Cuando está apretado, encuentra soluciones, que es lo que más lo diferencia. Con presión, sin tiempo y sin espacio es capaz de hacer magia.

-Decía que ha visto mucho talento desperdigado en Tercera y en Segunda B. ¿Cuando hay condiciones qué marca la diferencia para llegar a Primera División?

-No solo hay que tener talento técnico, sino también talento táctico y el talento mental. La capacidad mental que tengas de ser inteligente y de ser sacrificado. La parte técnica es la más llamativa, pero se necesitan muchas cosas más: disciplina, persistencia para ser competitivo noventa minutos, consistencia, sacrificio. Hace falta consistencia mental. Lo que diferencia a un jugador de Primera del resto es su capacidad de concentración.

-Supongo que también influye que el club apueste por la gente de la casa. ¿Ha cambiado mucho la política de cantera del Celta desde que empezó?

-Mucho sí. Antes había otra forma de hacer cantera que te exigía un gran nivel para llegar al primer equipo y había que llegar a través del Celta B. Ahora se intuye qué jugador puede tener opciones y se la da la posibilidad de que se desarrolle dentro del primer equipo. Son dos formas de hacer cantera. Ahora el nivel se adquiere a partir de la experiencia en el primer equipo.

-Hablemos de momentos. ¿Cuáles han sido los mejores?

-Pues los ascensos, incluso el no descenso de la última jornada hace un par de años. cuando nos daban un 4 por ciento de opciones. La sensación de alivio del día del Alavés y después los partidos en los que la gente se va contenta. Pero lo mejor han sido los ascensos.

-Y los peores.

-Sin duda los descensos.

-No sé si la ha dado muchas vueltas a esa maldita jugada de la lesión con Kuyt.

-Esa jugada es algo que yo hice durante muchos años:meter la pierna entre el jugador y el balón para que el rival no lo toque. Lo había hecho mil veces y nunca me había pasado nada. Fernando Vázquez me decía: "Borja escapa, fijáte en Silva". Él no protegía, sino que se escapaba del rival. Son situaciones que pasan y de las que uno va aprendiendo porque lo he dejado de hacer. Y más haciendo giros, como en aquel momento. Pero es algo que pasó y ya está.

-Por último, ¿ilusionado con su nueva vida?

-Claro, la vida es larga y siempre hay retos por delante.

-¿Le ha cambiado mucho la vida la paternidad?

- Pues no, la verdad. Lo único que hay una persona que ahora centra mi vida. Pero el ritmo de vida no ha cambiado, sigo haciendo prácticamente lo mismo. Además duerme mucho, es un buenazo.

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