La dirección deportiva del Celta continúa trabajando a buen ritmo en la incorporación de refuerzos para la temporada en ciernes aunque no se atisban, de momento, resultados concretos. La prioridad del club celeste es encontrar un "centrocampista mixto", en palabras del técnico, Eduardo Berizzo, que ocupe el vacío dejado por el danés Michael Krohn-Dehli, un hombre clave en las últimas temporadas al que no será sencillo reemplazar.
Miguel Torrecilla, director deportivo del equipo vigués, sondea también el mercado en busca de un delantero centro (cuya llegada seguramente implicaría la salida de Charles o Larrivey), un defensa central, además de un cuarto fichaje de última cuyo perfil no ha sido definido y que podría llegar (o no) en función de las oportunidades que ofrezca el mercado. Cualquier baja que se produzca (y en esto el club se remitirá a las respectivas cláusulas de rescisión) será reemplazada con un nuevo fichaje.
Como en las últimas temporadas, el Celta se mueve con sigilo. Hasta ahora apenas ha trascendido el interés del club celeste por los argentinos Federico Mancuello y Lucas Melano, pero ninguna de las dos operaciones está cerca de concretarse. Es más, el fichaje de Mancuello ha quedado aparcadoy la contratación del delantero centro del Atlético Lanús está "prácticamente desestimada", según fuentes próximas a la negociación.
La opción de Mancuello, a quien ya intentó incorporar en el último mercado de invierno y se califica como "un jugador interesante", sigue abierta pero no es la única, ni la primera. De hecho, el club explora ya alternativas a su posibles fichaje. De momento el Celta tan solo ha pedido precio por el capitán y figura de Independiente de Avellaneda, que no ofrece facilidades. El club porteño se mantiene firme a la hora de exigir el pago íntegro de su cláusula de rescisión, fijada en cinco millones de dólares del futbolista (4,5 millones de euros). Pablo Moyano, directivo del conjunto de Avellaneda confirmó ayer este extremo. "Por Mancuello sigue sin haber nada oficial. Su cláusula es de cinco millones de dólares", sentenció.
El elevado precio parece el principal impedimento para traer a Mancuello. Por este precio, el más elevado con diferencia desde que el club concluyó con éxito el proceso concursal, los responsables célticos prefieren explorar otras posibilidades, tanto en el mercado europeo con el sudamericano.
El Celta solo ha desembolsado semejante cantidad por un futbolista desde el fichaje del brasileño Nené en el verano de 2006, en la primera campaña de Carlos Mouriño al frente de la entidad y con el equipo clasificado para disputar la Europa League. El club celeste pagó entonces al Alavés 4,5 millones de euros más Toni del Moral, al que se tasó en 1,5 millones para que la operación alcanzase los seis millones.
Claro que el Celta pelea este verano en dos frentes: el de reforzar el equipo con entre tres y cuatro fichajes y el de tratar de mantener intacto su actual núcleo de jugadores. Esta último objetivo supone todo un reto teniendo en cuenta que la gran campaña por el conjunto de Eduardo Berizzo ha disparado el interés de clubes importantes por algunos de sus futbolistas.
Carlos Mouriño, sin embargo, ha sido concluyente al asegurar que el Celta se mantendrá inflexible a la hora de exigir la cláusula de rescisión de sus hombres más codiciados. La excepción podrían ser los jugadores de la cantera con los contratos más bajos, con quienes se ha llegado al compromiso de una eventual rebaja en la cláusula, si les llegase una gran oferta.
En todo caso, en Plaza de España no inquietan los constantes rumores sobre el fichaje de Nolito, la pieza más codiciada con diferencia, por conjuntos de primera línea como el Atlético o el Nápoles, ni el interés mostrado por las estrellas emergentes de su cantera, como Santi Mina o Jonny. El sanluqueño está blindado con 18 millones, Mina vale 10 y la cláusula de Jonny, actualmente de 12 millones, se incrementará en dos, hasta los 18, con cada año de contrato.
