El italiano Fabio Aru (Astana) volvió al segundo puesto de la general con una victoria en solitario en la decimonovena etapa disputada entre Gravellona Toce y Cervinia, de 236 kilómetros, en la que Alberto Contador mantuvo la maglia rosa de líder.

Aru, de 24 años y líder del equipo kazajo, sacó los galones en la penúltima etapa de alta montaña para demostrar que le queda fuerza para volver a levantar los brazos, escena que no protagonizaba desde la Vuelta 2014, cuando se impuso en San Miguel de Aralar y Monte Castrove.

El ciclista sardo tenía la espina clavada. Superado en la general por su compañero español Mikel Landa, ahora tercero, se reivindicó con una exhibición explosiva en los últimos 6 kilómetros de ascenso a Cervinia, en cuya cima a más de 2.000 metros de altitud firmó la cuarta victoria para el Astana.

Explosión de alegría en meta, una celebración con rabia, acompañado por su familia. Tuvo tiempo proyectar los brazos al cielo y gritar, pues el canadiense Ryder Hesjedal, el primero en atacar en el ascenso, cruzó a 28 segundos. Luego apareció el colombiano Urán a 1.10 y el grupo de Contador y Landa a 1.18.

Sin problemas para el líder, quien puso arrancar otra página del calendario en una jornada dura, disputada a ritmo elevado y tres puertos largos en los últimos 80 kilómetros de los que producen dolor de piernas. Contador marcó a Landa a la hora de la verdad y no se alteró demasiado para seguir a Aru, pues se encontraba a 6 minutos en la general.

No había necesidad de quemar fuerzas antes del último trámite en Sestriere, donde quedará marcada para siempre la foto final del podio en el Giro 2015. El madrileño conserva 4.37 minutos sobre Aru y 5.15 respecto a Landa.

A la conclusión en la meta se advirtió cierta tensión cuando Landa señaló que en el Astana están tranquilos y que es Contador quien pretende enturbiar la relación con Fabio Aru.