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Final feliz en Balaídos

►El equipo vigués tira de orgullo para remontar en inferioridad numérica a un peligroso Espanyol ►La victoria permite a los celestes cerrar la temporada como octavos, justo a las puertas de Europa

Los jugadores agradecen el apoyo de la afición // RICARDO GROBAS

Balaídos volvió a saborear un final feliz. No hubo la misma locura de hace dos temporadas. La situación era muy diferente. Casi opuesta. El Celta llegaba a la cita con el único objetivo de mejorar lo firmado la pasada temporada. Era un simple enfrentamiento contra uno mismo. En ese duelo el conjunto vigués volvió a dar un paso más. De noveno a octavo y superando los 50 puntos. Sin duda, la mejor manera para homenajear a Oubiña y a Krohn-Dehli dos jugadores sin cuyo talento sería imposible entender qué es el "fútbol de salón".

El Celta cierra esta etapa con una sonrisa. La marcha del danés deja huella en el presente y en el futuro inmediato. La del capitán, en cambio, trasciende lo temporal. Oubiña es el Celta. O quizás sea al revés. En fin, dicen que el orden de los factores no altera el producto. Lo curioso es que el capitán vigués disfrutó desde la grada de un triunfo que rememoró en su rueda de prensa de despedida como jugador profesional. Fue aquella victoria ante el Xerez. Justo hoy se cumplen tres años de aquella proeza. Ganar era una obligación en ese "sprint" final con el Valladolid. El guión era el mismo. Tempranera expulsión de Sergio, gol del adversario y remontada. Es de esas victorias que gustan. Dignas del desenlace de una película de Hollywood.

Berizzo apostaba por su once de gala para cerrar el curso. Tras la roja a Sergio Álvarez por cometer penalti, llegaría la oportunidad para Rubén Blanco. El canterano volvía a disputar minutos en Liga tras aquel último encuentro frente al Espanyol que significó la permanencia. El mosense no pudo hacer nada para evitar el gol de Sergio García desde los once metros. Después tocó remar. Como en muchas ocasiones. El Celta tiró de orgullo. Primero Augusto obligaba a una gran mano de Kiko Casilla con un potente chut raso desde fuera del área. El premio llegaría al filo del descanso. Hugo Mallo cabeceaba a la red un rechace en el área.

El encuentro se convertía en ocasiones en un intercambio de golpes. El Celta gozaba de la posesión, llevaba la iniciativa, pero le faltaba claridad en ataque. La inferioridad numérica se notaba en una calurosa tarde. No obstante, los de Berizzo se habían propuesto vencer a los elementos y a un Espanyol que creaba mucho daño con Lucas Vázquez, Sergio García y Stuani. El duelo se fue al intermedio en tablas. Sin embargo, tras la reanudación el Celta encajaría un nuevo golpe. Pase en profundidad de Sergio hacia Stuani, que sorteaba la salida de Rubén Blanco con una preciosa vaselina. La defensa volvía a estar lenta a la hora de tirar la línea del fuera de juego.

El Celta, en cambio, acabaría reaccionando diez minutos después. Lo haría a balón parado. Cabral saldaba sus errores durante el encuentro con un gol de cabeza. Justicia poética. Jugada parecida al paradón que hace año y medio había firmado Kiko Casilla. Muchos pensaban ya en firmar una victoria como la cosechada hace tres años ante el Xerez. El Espanyol, en cambio, no bajaba los brazos. La carambola para lograr la séptima plaza ya era una quimera. Pero el final feliz lo anhelan todos. Los pericos se topaban con la madera de la portería de Rubén. Justo en la acción posterior aparecería Nolito. El gaditano culminaba la remontada con un golazo marca de la casa. Disparo cruzado imposible para Kiko Casilla que rubricaba el triunfo céltico.

Ya en la recta final llegó otro homenaje. Krohn-Dehli dejó su lugar en el terreno de juego a Sergi Gómez. Balaídos se puso de pie para ovacionar el fútbol y la magia que el danés ha dejado en sus tres temporadas como jugador del Celta. Justo antes MKD pudo sentenciar el encuentro, pero optó por un remate cruzado en vez de asistir a Orellana, que estaba solo en boca de gol. El Espanyol también tuvo su réplica sobre la bocina. Sergio García, quién si no, puso en peligro los tres puntos con un remate cruzado que buscaba la escuadra de la meta defendida por Rubén Blanco. El desenlace fue feliz. El Celta acaba el curso mejorando de nuevo su nota. Notable que le permite veranear entre los grandes del fútbol español.

Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Augusto Fernández, Krohn-Dehli (Sergi Gómez, 83´); Santi Mina (Borja Fernández, 46´), Orellana, Nolito; y Larrivey (Rubén Blanco, 21´).

Espanyol: Kiko Casilla; Arbilla, Álvaro, Héctor Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez (Salva Sevilla, 73´), Javi López, Víctor Álvarez (Montañés, 77´); Lucas Vázquez, Stuani (Caicedo, 66´) y Sergio García.

Goles: 0-1: Sergio García (penalti) (23´); 1-1: Hugo Mallo (37´); 1-2: Stuani (47´); 2-2: Cabral (57´); 3-2: Nolito (76´).

Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Augusto Fernández y Santi Mina por parte del Celta mientras que por parte del Espanyol vio cartulina amarilla Álvaro. Expulsó a Sergio Álvarez con roja directa (16´).

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