Con lágrimas en los ojos y en un salón de plenos del Concello de Cangas donde se dieron cita familiares, amigos, compañeros de club y periodistas, David Cal hizo público ayer lo que era un secreto a voces: su retirada de la competición. El mejor deportista olímpico español de todos los tiempos se va. Y lo hace dejando sus razones claras. "No me encontraba a gusto, no tenía ganas, no me encontraba motivado y esas son las causas por las que he tomado la decisión", señala. El hecho de estar preparándose en Brasil, lejos de los suyos, ha pesado enormemente a nivel anímico y ha desencadenado una decisión que ha tomado por sorpresa a todos. "A 8.000 kilómetros de mi casa, echaba de menos estar con mi gente, con mis amigos, perdí las ganas, y la motivación...", apunta. Añade que "para conseguir resultados tiene que venir todo bien. Aquí muchas veces entrenaba solo y le decía a Suso [Morlán] que no tenía la misma intensidad, pero él tampoco podía estar físicamente en los dos sitios a la vez".

En su argumentación, Cal descartó un desencuentro grave con su ya exentrenador. "Con él no ha habido ningún problema. Siempre hay alguna cosa de la vida cotidiana, como ya ha ocurrido alguna vez, pero no eran problemas", asegura. No entró en profundidad en el presunto informe remitido por Suso Morlán al COE en el que hablaba de su bajo estado de forma, y expresó su total confianza en el técnico. "Yo creo en Suso y en el COE. Con Suso llevo 18 años, nunca me ha fallado y no tengo motivos para desconfiar de él", sentencia. Esa misma confianza es la que muestra en el Comité Olímpico Español, desde donde se filtró el anuncio de su marcha. "No sé cómo ha sido. Hablé el lunes con Alejandro Blanco y se filtró la noticia. No sé si fue él. Él me dice que no ha sido y yo le creo. Pero como tampoco es algo que me haga feliz, si no sé de dónde salió tampoco pasa nada", sentencia.

Buen estado físico

Pese a reconocer no encontrarse en su mejor estado de forma, reconoció que el físico no había sido determinante en su retirada. "Es una cuestión mental, y de hecho el médico me hizo varias pruebas. No estaba como en otras ocasiones, sino que estoy un poco fuera de peso, pero otros años ha ocurrido lo mismo y no es problema", señala, antes de añadir que "si la cabeza no funciona el cuerpo tampoco, y antes de ver que no voy a conseguir los resultados que espero, prefiero dejarlo". De hecho, el canoísta del Ría de Aldán tenía la oportunidad de continuar su carrera en Galicia, una opción que descartó de plano. "He tomado la decisión de que no me apetece seguir compitiendo. Si empezase con otro entrenador lo haría desde cero y sería como dar palos de ciego. No me conocería y yo tampoco tengo las ganas y la voluntad de continuar. Ahora mismo no me lo planteo", subraya.

Su abandono del deporte activo y de la carrera olímpica comenzó a gestarse hace unas semanas. "Hablé con Suso y le comenté que no tenía ganas y que quería dejarlo. Él me comentó que me tomase unos días, que me lo pensase y al final dije que sí, que quería retirarme. Él me apoyó y entendió la situación", relata. En su hoja de ruta estaba el comunicárselo primero a toda la gente que lo apoyó en su trayectoria deportiva y posteriormente dar una rueda de prensa. "Al final se filtró todo y estos días han sido caóticos", apunta. Sí se mostró convencido de que el lugar elegido "es el mejor, el Ayuntamiento, con mi gente", dijo, antes de que las lágrimas aflorasen a sus ojos y no pudiese continuar, recibiendo la primera de las ovaciones de la tarde. El Concello es el lugar "donde celebraba todas mis medallas, mis éxitos. Tenía que tomar una decisión después de Londres, pensé que el proyecto de Brasil era ilusionante y que lo iba a poder completar". Con humildad, el palista de O Hío, poseedor de cinco metales olímpicos, dijo: "Pido disculpas a todos".

Tampoco se olvidó Cal, en un acto en el que estuvo arropado por el alcalde cangués, José Enrique Sotelo, y por el secretario xeral de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete, entre otras personalidades, de agradecer el respaldo de "vecinos, Ayuntamiento, Xunta y patrocinadores, a mi entrenador Suso que ha estado apoyándome en todo momento en estos 18 años juntos". Sotelo, sin poder contener la emoción, intervino para decir: "Quiero darle las gracias en nombre de Cangas. David tiene un pasado, pero también tiene un futuro". En esta misma línea se manifestó Lete, que quiso agradecer "todo lo que has hecho y apoyarte". Mientras, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, comentó en Pontevedra: "Lo que nos queda es un legado imborrable, tanto como persona como deportista".