El Octavio busca sentido a un viaje de 12 horas a Antequera

Ocho jornadas le quedan por delante al Academia Octavio, sin excesivos retos a nivel de clasificación general. La derrota ante el Bidasoa Irún descabalga a los vigueses de la lucha por el play off de ascenso. Y ya disponen de 21 puntos, cuando los cálculos más realistas anticipan que el corte de la permanencia se quedará incluso por debajo de 20, en 17 ó 18. Así que el preparador académico, Jabato, se ha marcado el reto de mantener la tensión competitiva de la plantilla.

"Están entrenando bien, aunque no siempre con la intensidad que me gustaría", admite con comprensión el técnico extremeño, que está introduciendo en los entrenamientos numerosos ejercicios que fomentan la competición entre los jugadores.

No es el único recurso que emplea Jabato, que ha arengado a sus jóvenes al respecto. No es el Octavio una escuadra con años, reposada, que sepa manejarse gracias a su oficio. Los jóvenes académicos han vivido al límite desde el inicio de la campaña. Solo saben vivir a toda velocidad. Se comprueba en las estadísticas. El Octavio figura en la zona indiferente, noveno de dieciséis. Es, sin embargo, el cuarto máximo anotador y el tercero que más encaja. "Y no es que defendamos tan mal. Cuando juegas con una intensidad muy alta, corres el riesgo de cometer pérdidas y que haya más ataques. Apelamos a mantener ese ritmo, aunque a veces nos podamos pasar de revoluciones". Para evitar que sus chicos levanten el pie del acelerador, Jabato les ha dicho: "Está muy bien jugar y competir. Pero lo realmente divertido es ganar".

Y a ganar se van a Antequera, tras doce horas de viaje en autobús que iniciaron ayer. Jabato advierte: "Será difícil. Venimos de un mal partido, es un desplazamiento largo y el Meridiano (18 puntos) aún tiene que evitar complicaciones".