baloncesto - Liga Femenina 2

El Celta Selmark se queda sin fuerzas

Las viguesas remontaron para igualar un partido que perdían por 6-21 al final de los dos primeros cuartos ä Dos triples consecutivas del Gdko frenaron la reacción céltica

María Araújo, del Celta Selmark, entra a canasta ante la oposición de una rival. // Ricardo Grobas

María Araújo, del Celta Selmark, entra a canasta ante la oposición de una rival. // Ricardo Grobas

Raúl Rodríguez | Vigo

El Celta Selmark no pudo protagonizar la sorpresa de la jornada derrotando al segundo clasificado, el Gdko Bizkaia, posiblemente el mejor equipo que pasó por el pabellón de Navia en lo que llevamos de temporada. A pesar de la derrota, todo sigue igual que antes del encuentro. El play off pasa por el partido del próximo fin de semana en Pontevedra ante el Arxil, ya que las pontevedresas también tienen que jugar ante el equipo vasco.

El partido de ayer tuvo casi todo lo que se le puede pedir a un partido, ya que solamente faltó la victoria tras una gran remontada.

El equipo de Carlos Colinas llegó al pabellón de Navia con diez minutos de retraso. Cuando las jugadoras se dieron cuenta ya había pasado el primer cuarto y el entrenador se revolvía en el banquillo incapaz de creerse lo que sucedía sobre el parquet de Navia. Las jugadoras estaban perdidas, como con miedo, siendo incapaces de ajustar las marcas en defensa y, del ataque, mejor olvidarse.

Carlos Colinas tardó cinco minutos en solicitar su primer tiempo muerto. El marcador reflejaba un 3-12 y lo peor eran las sensaciones, pues el equipo vasco estaba metido y presionando incluso la salida de balón. El técnico trató de hacer reaccionar a su equipo, pero no consiguió el objetivo. El Celta Selmark seguía muerto y solamente lograba tres canastas en juego, con una porcentajes que difícilmente se pueden volver a dar en un partido.

En el tiempo entre cuartos Carlos Colinas lo aprovechó para hacerle ver a sus jugadoras que siguiendo con el mismo juego la derrota podía ser de escándalo. La arenga surtió efecto pues la actitud de la plantilla fue totalmente diferente. Eso por un lado, pero por otro el equipo cambió la defensa individual por una zona que se le atragantó al Gdko. El equipo vasco se las veía felices tras el 6-21 del final del primer cuarto, y en los primeros minutos del segundo cuarto pensó que las primeras canastas del equipo vigués eran una mera anécdota.

María Araújo y Minata Keita se echaron el equipo encima, aunque la africana tenía problemas con las faltas. Las primeras canastas sirvieron para recuperar la autoestima, pero es que poco a poco la diferencia comenzaba a reducirse y tras siete minutos de juego habían hecho lo que parecía un milagro, empatando el partido tras un parcial de 16-2. Comenzaba un partido nuevo con dinámicas diferentes para ambos equipos.

El problema era que mantener el nivel de juego exigía un gran desgaste físico, y el equipo en estos momentos está muy justito y cuando se pide ese ese punto más aunque la piernas responden, a la cabeza le cuesta un poco más.

A pesar de ello al descanso se llegaba con victoria para el Gdko por cinco puntos de diferencia, 31-36, todo un éxito después de haber visto lo que había sucedido en el campo.

Tras el paso por el vestuario el juego no cambiaba mucho. El Gdko aprovechaba las segunda opciones de tiro que tenía para mantenerse por delante en el marcador, y al Celta Selmark le costaba sacarse de encima la defensa en zona a la que había recurrido el equipo vasco tratando de encontrar algo para desestabilizar el encuentro.

Hasta ese momento, el Gdko había tenido unos porcentajes muy buenos en lanzamientos bajo el aro, superaron el 61% de acierto, pero tenían mucho problemas con el tiro exterior. De hecho, tras los primeros veinte minutos de juego había hecho un cero de tres en triples. Sin embargo todo eso cambió en los últimos dos minutos de juego del tercer cuarto.

Gdko ganaba por cinco puntos, 43-48, pero dos triples consecutivas colocaron el marcador en un 43-54 que acabó con la resistencia del cuadro vigués. El Celta Selmark se estrellaba contra la zona que mantenía el rival, mientras que en ataque no se ajustaba el rebote, sobre todo con Minata en el banquillo con cuatro faltas personales. El tercer cuarto finalizaba con un 45-62, que dejaba todo visto para sentencia, sobre todo con un Celta Selmark sin fuerzas. Los últimos diez minutos de juego solamente sirvieron para que el Gdko ampliara su ventaja en el marcador.

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