Hugo Mallo protagonizó la noticia negativa del compromiso liguero del pasado sábado ante el Valencia al lesionarse aparentemente de gravedad en su rodilla derecha. El lateral se dañó la articulación poco antes del descanso en un mal apoyo tras recibir una entrada de un rival y ya no pudo continuar el partido.

Tras un primer examen, los servicios médicos celestes diagnosticaron al jugador una lesión en el ligamento lateral de su rodilla derecha cuyo alcance se conocerá hoy, una vez que Mallo sea sometido a las correspondientes pruebas médicas. En un principio, siempre que solo esté afectado el ligamento lateral interno, como creen los facultativos, la gravedad de la lesión podría ser de muy diferente calado, en función de si se trata de una rotura, un esguince o una simple distensión.

De este modo, el periodo de recuperación podría estar en algo más de una semana, si se trata de una distensión a más de dos meses si, en el peor de los casos, el ligamento estuviese fracturado. Los médicos celestes no se atreven de momento a aventurar un pronóstico sin conocer las pruebas, que se realizarán durante la jornada de hoy en la Clínica de Fátima.

No es la primera vez que Mallo se lesiona de gravedad en la rodilla. Hace justamente dos años el lateral derecho del Celta se rompió la rodilla izquierda cuando perseguía a Cristiano Ronaldo en un encuentro de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu.

El jugador celeste sufrió entonces la temida triada (rotura de los ligamentos externo, interno, cruzado y menisco), una de las lesiones más graves que puede sufrir un deportista. Aquella lesión mantuvo a Mallo unos ocho meses alejado de los terrenos de juego, pues se incorporó a los entrenamientos con el grupo durante la pretemporada posterior al suceso sin secuelas. En este caso, la lesión afecta a la rodilla sana y es de mucha menor gravedad que la sufrida hace un par de años.