El Celta B sumó una nueva derrota, esta vez ante una Cultural Leonesa que puso freno a su mala racha de resultados a costa de un equipo en el que no sirvió el revulsivo del cambio de entrenador.

De inicio el partido ya demostró que iba a ser lento y trabado. Ninguno de los dos equipos quería arriesgar en demasía. Sorprendente en una Cultural que lleva toda la temporada apostando por la posesión y el fútbol de toque. Sin embargo, los de Javi Cabello ayer decidieron dejar el atrevimiento para mejor ocasión. Tampoco los pupilos de se echaron el monte y trataron en todo momento de no equivocarse. No llegó la primera ocasión hasta el minuto ocho cuando Santi Santos cabeceó un córner adelantándose a su par sin acertar eso sí con la meta de Óscar Santiago.

Tras esa primera intentona, los de Javi López quisieron mandar en el tapete a través de las asociaciones en mitad de cancha de Yelko Pino y Jordan. Intimidaba eso sí la Cultural con las escaramuzas a la espalda de los centrales del delantero vasco Aketxe. Hasta el ecuador del primer acto, Soto y Jonathan De Amo estaban realizando un partido de altura para dar confianza a sus compañeros. Llegaban los mejores momentos vigueses, primero con un remate del central De Amo a saque de córner y después con un potente remate al palo corto de Borja Iglesias que repelió Diego Calzado con el borceguí. Sin embargo, cuando mejor estaban los visitantes llegó el gol leonés. Un balón largo, un pase filtrado y medido del mediocentro de O Barco de Valdeorras Rubén García sobre la espalda de Soto que una vez más recogió Aketxe para picar la pelota a la salida del meta Óscar Santiago.

Un gol que complicaba la vida a los de López y ponía el partido muy cuesta arriba. Sobre todo porque la Cultural fue capaz de meter cloroformo en el césped y el Celta no era capaz de cambiar el ritmo de juego. No terminaba de llegar con claridad el cuadro vigués que no sabía si apostar por triangular en el medio o pelotear largo para las incursiones de sus delanteros. Mucho más claro tenía la Cultural como jugar. Pelea y físico en la medular, con un Rubén García espectacular para que Peláez y Tornero buscasen el uno contra uno.

En el segundo acto la Cultural siguió apostando por dejar a un lado el fútbol en favor de la seguridad y orden defensivo. Los de Javi Cabello siguieron teniendo a Kamal y Rubén García de perros de presa ayudados por Viti. Cansada la gradería leonesa del buen fútbol sin resultados, los locales supieron frenar a un Celta B que venía avalado por su fútbol de posesión como mayor peligro. Así pues, de nuevo, la primera ocasión fue un lanzamiento a la madera de libre directo de Aketxe que ponía de manifiesto el peligro de los blanquillos. No jugaba a nada la Cultural, pero llevaba todo el peligro. El Celta B no puso ni el fútbol ni las ocasiones. Tan solo un remate de Yelko tras acción individual, que fue todo su bagaje ofensivo.

Movía el banquillo Javi López para despoblar su centro del campo a la vista de que era una batalla perdida y tratando de encontrar pólvora arriba. Lo que se encontró sin embargo fue el segundo gol de la Cultural en las postrimerías del partido. Fue después de que Javi Cabello hubiese maniatado al Celta B introduciendo un quinto defensa y sustituyendo al infatigable Rubén García por otro pivote de Brega como Gonzalo. Así pues, el segundo gol de la Cultural fue casi una anécdota, un toque de atención para un equipo que debe entender que si no es capaz de hacer gol con facilidad tampoco se puede permitir que sus centrales pierdan la espalda en dos ocasiones y regalen dos goles, porque el gol de Borja Martínez fue eso, otro contragolpe rápido para que el atacante volviera a batir a Óscar Santiago.