Eduardo Berizzo Magnolo (Cruz Alta, Córdoba, Argentina, 1969) es un argentino atípico: no abusa de la retórica al hablar de fútbol, su pasión, la que le inoculó con más fuerza Marcelo Bielsa, actual entrenador del Olympique de Marsella, en la misma ciudad que el nuevo técnico del Celta se estrenó en Europa como futbolista. Después fichó por el Celta, del que se despidió en 2005, tras casi un lustro. Una década después, Berizzo afronta en Vigo el tercer reto de su carrera como técnico con unos planteamientos parecidos a los de Luis Enrique Martínez, su predecesor en Balaídos: es meticuloso en el trabajo, exigente con sus jugadores, refinado con el balón, valiente con la cantera y amante de las rotaciones. No tiene a Rafinha, pero ve en Pablo Hernández un alma gemela del brasileño. Tras la marcha del asturiano al Barça, el Celta parece haber encontrado el sustituto apropiado para darle continuidad a un proyecto deportivo que abrirá la Liga el 24 de agosto ante el Getafe con la ilusión de superar el noveno puesto del año pasado.

- ¿Ha encontrado muy cambiados Vigo y el Celta?

- Vigo se parece bastante a cuando yo estuve aquí como jugador, pero he encontrado una ciudad rejuvenecida. Y me parece que el club ha dado pasos adelante, ha organizado cuestiones como la cantera, que antes no tenía un papel tan importante. Creo que hoy el Celta es más club de lo que me tocó vivir diez años atrás y también encuentro en el celtismo una renovación, con mucha gente joven involucrada, y eso es agradable.

- El partido que le ganaron al Everton dejó muy buenas sensaciones en la afición. Se vio un equipo muy atrevido y comprometido. ¿Es el ejemplo a seguir?

- Mucho de lo que hicimos en el primer tiempo de ese partido sería lo ideal de lo que uno pretende. Sé que es difícil mantenerlo en el tiempo y que eso suceda todos los partidos, pero es un poco lo que nos tenemos que exigir: presionar mucho, ser un rival incómodo cuando no tenemos la pelota y usarla muy bien cuando la tenemos. Por eso, mucho de lo que pasó en el primer tiempo de ese partido nos servirá de medida para imaginar que podemos jugar de esa manera.

- Ahora se plantea la duda de si el equipo aguantará a ese ritmo toda la temporada.

- Sí, pero ese es nuestro desafío. Yo creo en el convencimiento, en la fortaleza mental, que en eso juega un papel muy importante. Este es un equipo dócil y abierto al convencimiento de estas ideas.

- En la gira por Inglaterra, sorprendió el canterano Borja Fernández, casi siempre titular.

- Sí, creo que su participación en la pretemporada le ha abierto un hueco en el equipo. La llegada de un mediocentro como Radoja le va a exigir competencia, la lesión de Borja [Oubiña] también le abrió ese espacio y esperemos que siga sosteniendo con su rendimiento el lugar que la pretemporada le ha dado.

- Borja Fernández y Radoja son muy jóvenes. ¿Contempla la opción de situar en el pivote a Fontás o a Krohn-Dehli?

- Como primera medida, no. Creo que tenemos que hacer sentir muy cómodos dentro del equipo a Borja y a Radoja, porque su adaptación llevará tiempo. De acuerdo a cómo ellos funcionen, tendremos que apelar a Krohn-Dehli o a Fontás. Esperemos no tener que hacerlo porque entonces estaríamos hablando de que Radoja y Borja han funcionado.

- Por lo visto este verano, parece inclinarse por el 4-3-3 como dibujo táctico.

- Sí, pero me gusta jugar también con un 4-2-1-3 o un 4-1-2-3. Quiero utilizar una defensa de cuatro y tres atacantes; luego, la fisonomía en el mediocampo la planteo libre, poder cambiarla durante el partido. No quiero atarme a dos pivotes y a un número diez, ni a tres volantes en línea. Creo que el juego mismo demanda movimiento y ese movimiento te lleva a jugar con total libertad. Eso es lo que querría.

- ¿El sistema táctico que utilice el Celta esta temporada dependerá de si juega en casa o fuera?

- No, intentaremos jugar de la misma forma en casa y fuera.

- Para el centro del campo dispone de siete jugadores, sin contar a los dos Borja [Oubiña y Fernández]. ¿Hay exceso de gente?

- No porque como pivotes defensivos tenemos a Borja [Fernández] y a Radoja; como mixtos, a Madinda y a Krohn-Dehli; Augusto puede jugar ahí o en banda; Jota es un número diez que puede jugar ahí, junto con Alex y Hernández, o en banda. Tenemos muchos futbolistas que pueden ir a otras posiciones. Es bueno que la polifuncionalidad que tienen nuestros futbolistas nos ayude.

- Para el equipo titular, ¿contempla muchas rotaciones o prefiere un once fijo?

- Soy de la idea de que todo el mundo tiene que sentirse suplente y demostrar todas las semanas que puede jugar. Después, yo intentaré evaluar con justicia deportiva quién se lo merece. Creo que cerrarse a un once fijo es ser injusto con los otros once. Que todo el mundo sienta que puede acceder al equipo es una cosa buena dentro de un grupo.

- Uno de los jugadores más importantes en esta pretemporada es Krohn-Dehli, quien ha asumido gran liderazgo en el equipo y relevancia en el juego.

- Es un futbolista de nivel, un futbolista internacional que puede liderarnos. Me parece que, como puede liderarnos, debe liderarnos.

- ¿Ve al centrocampista danés como uno de los capitanes del Celta? Él no quiere asumir esa responsabilidad porque considera que su español es deficiente.

- Sí. Lo del capitán tiene que ver también con una tradición con ser alguien dentro de la institución. El perfil de capitán tiene otros elementos también, que no solo son de líder deportivo. Yo quisiera que en el campo hubiera once capitanes y que todo el mundo asumiese responsabilidades.

- ¿Interviene en la elecciones de los capitanes del equipo?

- No, creo que el equipo debe escoger sus capitanes y, cuando estemos con la plantilla cerrada, lo haremos.

- El equipo ha mostrado pegada y flojera defensiva. ¿Esperaba que se comportase así?

- Hemos recibido más goles de lo que merecíamos; pero también hay una cosa muy importante, que hemos generado mucho más peligro que el que nos generaron. Ese daño en ofensiva conlleva, a lo mejor, un riesgo defensivo que hay que asumirlo y controlarlo. No hemos recibido tantas situaciones de gol, pero sí muchos goles. Es un tema a mejorar.

- En Inglaterra dijo que le gustaba que sus jugadores captasen su mensaje. ¿Cuál?

- Es un mensaje de equipo, una idea colectiva, donde todos estamos al servicio del equipo. Encontré un vestuario muy dócil y muy receptivo con mis ideas y mi adaptación me la ha facilitado esta cualidad que tiene el vestuario. Es un vestuario noble, sin rollos y que se entrena a tope. Es un gran capital que tengo como entrenador.

- ¿El reto en la Liga es igualar o mejorar el noveno puesto de la temporada pasada?

- Primero hay que cerrar la permanencia sin contratiempos, que seguro los habrá porque nadie vive en esta Liga sin sufrir; luego, ganar el próximo partido. Eso nos abrirá horizontes. Imagino encontrar solidez en el equipo, que se sienta confiado, que sepa por qué le resultan las cosas y por qué gana.

- ¿Cómo está el equipo?

- Muy bien. Estamos en la recta final de la pretemporada, nos faltan dos partidos para ajustar detalles e iniciar la liga con mucha ilusión.

-¿Cómo ha visto a los canteranos en lo que va de pretemporada?

- Muy bien. Tanto los chicos que llevé como los que se quedaron y observé serán futbolistas de ida y vuelta del primer equipo. No quiero que nadie piense que tiene el lugar asegurado, sino que cuando suba deberá demostrar lo que ha hecho abajo y cuando baje demostrar por qué había subido alguna vez. Todo eso me lo imagino con mucho más dinamismo.

- ¿En ese "dinamismo" entre el primer equipo y el filial también participarán Mina y Costa?

- Si están de acuerdo ellos, sí, ¿por qué no?

- Tienen contrato con el primer equipo y no están obligados a jugar con el Celta B.

- Sí, bueno, pero ya lo hablaremos en el futuro. El club verá qué es lo mejor y ellos mismos también lo verán. Ojalá que se hagan un hueco en el primer equipo; y si no, yo soy partidario de que compitan donde puedan.

- Uno de los planes es organizar partidos habitualmente contra el equipo filial.

- Me gusta enfrentar constantemente al equipo con el filial. Sí, me gusta, es cuando uno también mide fuerzas. Ver, subir y competir contra la primera plantilla te sitúa en un modo de relación diferente, o compruebas si eres lo suficientemente bueno como para competir con ellos.

- Falta por conocer a Hernández, al que dirigió en O'Higgins. ¿Qué papel va a tener el chileno en el Celta?

- Un papel importante. Es un futbolista talentoso. Desgraciadamente no ha podido vivir estos partidos de preparación porque arrastraba una lesión previa al Mundial que le impidió competir con nosotros, pero está entrando en la recta final de su preparación. Le va a venir muy bien haberse preparado físicamente como lo hizo y cuando esté disponible disfrutaremos de él.

- ¿Qué enseñanzas le dejó Bielsa en los tres años que trabajaron juntos al frente de la selección chilena?

- Que las cosas se construyen desde el trabajo, la preocupación de quererlas hacer cada vez mejor, de perfeccionamiento, desde la planificación, el estudio... Hay que saber exactamente el por qué de las cosas. Su generosidad en sus conocimientos me fueron muy útiles.

- Hizo campeón a un equipo modesto como O'Higgins. ¿Puede trasladar ese sueño al Celta?

- Sí, la ilusión con la que trabajo tiene que ver con ganar todos los partidos que juegue. Claro que no soy ingenuo y esta Liga te ubica en el lugar que realmente tienes, pero desde mi cabeza nunca imagino dejar de pensar en ganar. Nunca someto mi ilusión a la realidad.

- Siendo futbolista apuntaba a entrenador. ¿Se nace con vocación para dirigir a un equipo?

- No. Uno se hace entrenador. Como también uno nace con la ilusión de ser futbolista, pero necesita del entrenamiento. Es lo que uno se construye desde el trabajo. Así pienso yo.