Colombia enlazó por primera vez en su historia dos triunfos seguidos en un Mundial al derrotar por 2-1 a Costa de Marfil en Brasilia y quedó en inmejorables condiciones para avanzar a los octavos de final. El ahora más líder del grupo C, con seis puntos, se impuso en un vibrante encuentro con tantos de James Rodríguez, que llega a dos, y el novato Juan Quintero, quien revolucionó el partido desde su ingreso poco después de comenzar el segundo tiempo. En el debut, Colombia goleó por 3-0 a Grecia.

Colombia resolvió en apenas seis minutos, en el 64 y el 70. Y Gervinho descontó en el 74 gracias a una genialidad.

En el segundo tiempo Pekerman puso más carne en el asador. Juan Fernando Quintero, el creativo del Oporto, tomó el puesto de Víctor Ibarbo, quien hasta entonces había mostrado más preocupación de cerrar el paso del carril derecho de los marfileños. Y Quintero puso patas arriba el encuentro.

Se adueñó del esférico, abrió espacios, inspiró la salida desde el callejón izquierdo de Pablo Armero y los Elefantes retrocedieron.

Previendo lo peor, pues sus pupilos se quedaban sin gas, Yaya Touré parecía arrastrase en la mitad, y en el frente Gervinho sufría para liberarse de la marca implacable de Mario Yepes y Zapata, Lamouchi envió a los 60 minutos a la cancha a Didier Drogba.

Los Elefantes salieron de su encierro en estampida y por entre los resquicios tejieron un contragolpe. Teófilo Gutiérrez dejó a Quintero, su sucesor en el Oporto, y el joven talento de 21 años definió a lo grande a la salida de Boubacar. La fiesta se desató pero Gervinho sacó de la manga un as que nadie esperaba: por la izquierda dejó en el camino a tres rivales antes de romper la resistencia de Ospina con un potente remate a su primer palo.