La noticia saltaba ayer a primera hora de la tarde. La denominada "profecía de Conchita Wurst" apeaba a la Roja en la primera fase. Adiós a las primeras de cambio de la Copa del Mundo que se celebra desde el pasado jueves en Brasil. La particular superstición surgió tras ganar la "mujer barbuda" el Festival de Eurovisión. Las casualidades, todas ellas de ámbito futbolístico, se han cumplido. Todo está saliendo como en 1966 cuando el Atlético de Madrid conquistó la Liga, el Real Madrid se adjudicó la Copa de Europa mientras que el Deportivo logró el ascenso y el Betis cayó a Segunda División.

La prueba de fuego la protagonizaba el posible fracaso de España. Los de Vicente del Bosque están en un grupo complicado, pero su potencial no hacía prever una despedida prematura. Sin embargo todo cambió tras el partido inaugural. La humillación sufrida ante Holanda (1-5) aviva la "profecía de Conchita Wurst". La Roja mantiene intacta esta especie de maldición que, en caso de cumplirse a rajatabla, culminaría con Inglaterra como nueva campeona del mundo.