Los últimos partidos frente a Chile han sido un dolor de cabeza para la selección española. Casi siempre han acabado con resultado positivo, pero después de 90 minutos de gran intensidad. La otra Roja mantiene con Jorge Sampaoli el impulso que le proporcionó Bielsa gracias a un grupo muy equilibrado, que muestra disciplina táctica, calidad y capacidad física.

La primera media hora del Chile-España en Sudáfrica dejó con un nudo en la garganta a Vicente Del Bosque y compañía. Parecía imposible domar a los once elegidos por Bielsa, que discutían cada metro del campo y, con un Alexis Sánchez espectacular, amenazaban a Casillas. Hasta que Villa se inventó un gol desde el centro del campo y cambió completamente el panorama. Los frenéticos chilenos solo se pararon con el 2-1, que clasificaba a los dos. Y en los octavos de final no pudieron hacer nada ante la artillería de Brasil: perdieron por 3-0.

Solo los problemas físicos del centrocampista Arturo Vidal alimentan las dudas sobre un equipo que muerde en defensa y tiene delanteros muy peligrosos, como Alexis (Barcelona) y Vargas (Valencia).