El dueño de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, ha hecho llegar a la NBA su enérgico rechazo por los cargos de racismo que se le imputan y que el próximo martes pueden derivar en obligarle a que venda el equipo. Sterling, de 80 años, hizo llegar a la NBA, a través de su abogado, su desacuerdo con las acciones que han emprendido y que calificó de "draconianas", mientras que definió como una auténtica "farsa" el procedimiento que inició el nuevo comisionado, Adam Sterling.

El dueño de los Clippers niega toda acusación hecha por la NBA y pide la desestimación de los procedimientos contra él en la audiencia del 3 de junio ante la junta de gobierno de la Liga.