Para decir que los días de Casillas pueden estar contados o lo están en el Real Madrid es muy posible que haya que escribir esta historia:

La final de la Liga de Campeones y la consiguiente prórroga festiva de Lisboa, de las calles de Madrid, de Cibeles y del Bernabéu, ofrecieron también una segunda historia mucho más importante y con un nombre propio. Los que se fijan en los detalles, los que conocen la forma de pensar de personajes tan importantes para el deporte español como Iker Casillas se dieron cuenta de que paso a paso, metro a metro, Iker fue anunciando con sus gestos y su comportamiento su adiós al Real Madrid.

Le agradeció a Sergio Ramos que le salvara de ser crucificado por las masas blancas por encajar el gol de Godín, le cedió al sevillano la capitanía como diciéndole "a partir de ahora el primer estandarte de este club serás tú" y se despidió de todos los que siempre le aplaudieron sobre el césped del Bernabéu abrazado a su hijo Martín.

Esos detalles confirman las informaciones que empezaron a escribirse esta temporada y que anunciaban la salida de Casillas del Real Madrid. Ha cumplido un ciclo, ha llegado a los 33 años, lo ha ganado todo y necesita una vida más tranquila junto a Sara Carbonero, su mujer, y su hijo. Ambos llevan mucho tiempo planificando los últimos años de fútbol de Iker. Los dos desean salir ya de Chamartín y viajar a otro país con un fútbol menos competitivo, como el de Estados Unidos o Qatar, por ejemplo, donde además puedan disponer de una vida privada más placentera y lógica.

Los pasos previos a ese cambio los dio Iker Casillas este pasado fin de semana. Aunque en algunos foros se habla de que quién se marchará será Diego López, eso no parece lógico. El que se tiene que ir es el que no juega la Liga, el que sólo sale de vez en cuando. Iker lo sabe y los que controlan su vida profesional, mucho mejor.

Aunque en el Real Madrid ahora todo es felicidad y Florentino Pérez, su presidente, no está enfadado, como lo estaba cuando vio al Barcelona y al Atlético de Madrid jugarse el campeonato de Liga, en la trastienda de la zapatería blanca se están planificando los cambios o mejoras y poniendo nombres a las salidas y a las llegadas.

La marcha de Casillas parece la primera de la lista. Lo quiere él y lo quiere ella. Les viene bien a los dos y también al Real Madrid. Y eso sí, será la primera en un club que incluso puede empezar a ganar dinero traspasando a Di María, a Benzema o a Pepe.