El retorno a la acción de Serge Ibaka, una vez superada su lesión muscular en el gemelo, reforzó el juego interior de Oklahoma City Thunder y le permitió apuntarse el triunfo sobre San Antonio Spurs (106-97) en el tercer partido de la final de la Conferencia Oeste de la NBA, acortando distancias frente al equipo tejano (2-1).

En los dos primeros partidos de la serie, San Antonio había aprovechado a la perfección la ausencia de Ibaka para dominar a su antojo el juego bajo los aros. El retorno del hispano-congoleño, autor de 15 puntos, siete rebotes y cuatro tapones en 30 minutos de juego, permitió neutralizar esa desventaja y Oklahoma dominó ampliamente la batalla por el rebote (52-36).

"Después de ver a Ibaka entrenando y de que los doctores le dieran el alta, sabía que tendríamos su pleno compromiso. Es enérgico y apasionado. Es un gran jugador", le alabó su técnico, Scott Brooks, tras este tercer encuentro. El internacional español llegó a cojear en el tercer cuarto, pero pudo retornar y acabó despedido por una gran ovación del Chesapeake Energy Arena.

Con Russell Westbrook (26 puntos) y Kevin Durant (25) nuevamente como máximos anotadores, cimentaron su victoria en un parcial de 14-2 entre el final del tercer cuarto y el inicio del cuarto, estirando su renta hasta los 17 puntos (95-78) frente a un adversario que no alcanzó la intensidad de los dos primeros duelos.

De esta forma, San Antonio encadenó su octava derrota consecutiva en Oklahoma, racha que intentará cortar en el cuarto partido que se disputará en la madrugada del martes al miércoles. Manu Ginobili (23 puntos) fue el único visitante que rindió a su nivel habitual ante la noche gris de Tim Duncan y Tony Parker.