La pesadilla de Sergio Ramos logró un doblete

Infranqueable por segunda semana consecutiva. Sergio aprovechó la nueva oportunidad con otra actuación excelente. Se ha ganado la continuidad en el club.

Isco y Marcelo le crearon algunos problemas cuando el equipo de Ancelotti apretó al Celta en su campo. Aprovecha el viento a favor de todo el equipo.

Muy buena actuación la del argentino en su regreso al eje de la zaga. Bien en el cierre y en la anticipación cuando el rival busca combinaciones en la frontal.

En su línea de regularidad de casi toda la temporada, en la que se ha convertido en una de las piezas básicas del equipo. Excelente en la salida del balón.

Le costó cerrar a Modric, al que Ancelotti escoró a la banda izquierda. Fue el más flojo de una defensa que salió imbatida ante un Real Madrid sin sus estrellas.

Volvió al once tras recuperarse de una lesión que le impidió alcanzar el nivel de juego de enero y febrero. Balaídos le despidió como un héroe.

Se ha convertido en un pivote excelente, al que ni un campeón del mundo como Xabi Alonso pudo parar ayer para que el Celta lograse una hermosa victoria.

Llegó a Vigo con la misión de suplir a uno de los ídolos del celtismo, Iago Aspas, y Charles Dias ha cumplido el cometido con trabajo y goles. Con el doblete al Real Madrid, el hispano brasileño suma doce tantos, los mismos con que se despidió el moañés para marcharse al Liverpool. Charles, ausente en Pamplona por un problema familiar, regresó ayer al equipo titular del Celta ya sin la máscara que le protegía la nariz que le rompieron en Vallecas. Y se batió nuevamente como un gladiador ante uno de los mejores zagueros del mundo, Sergio Ramos, al que le robó el balón para anotar el primer gol. El segundo fue un regalo de Xabi Alonso. Incluso en defensa evitó un remate a bocajarro de Ramos, al que desquició.

Volvió al centro del campo pero por la izquierda y colaboró en el fútbol de salón que coreó Balaídos en algunos momentos. Lo peor, su lesión de rodilla.

Creó peligro y realizó un gran esfuerzo en defensa para ayudar a Jony. Sacó un centro al que no llegó Nolito y se topó con Diego López en un remate.

El gaditano estuvo intermitente en la tarde de ayer. Apenas desbordó y no encontró buenos lanzamientos para incrementar su cuenta goleadora.

La lesión de Augusto le permitió volver al equipo, en el que perdió presencia en la recta final de la Liga. Se mostró activo y aportó bastante trabajo.

Quizás vivió su despedida de Balaídos, al que conquistó desde el primer día en Vigo por su entrega y sacrificio. Cerró el partido con un balón a la cruceta.

El gabonés entró por Rafinha a falta de veinte minutos y le dio mucho dinamismo al equipo. Luis Enrique premiaba así el buen final de Liga del internacional gabonés.