- ¿Cómo surge la idea de entregarle una bufanda de Carcamáns al Papa?

- Debió ser hace unos tres meses. Me encontré un día con el presidente de la peña, Belermo Dios, y este me dijo que le debería hacer llegar una bufanda a Francisco I. Acepté el reto ante su incredulidad y estuve buscando el momento todo este tiempo porque, paradójicamente, al ser un Papa tan accesible, resulta muy difícil llegar a él por las aglomeraciones de gente que se producen. Con Benedicto XVI pasaba todo lo contrario, me resultaba más accesible ya que en esa época estaba de diácono en la Basílica de San Pedro.

- Pero el miércoles surgió esa oportunidad.

- Si, aproveché que se trataba de una celebración menos masiva que de costumbre y se alinearon una serie de astros para conseguirlo. Me acerqué a la valla y le pude explicar que era un regalo de la peña celtista de A Illa y le pedí que se acordase siempre del equipo. La recogió y me dio las gracias con mucha amabilidad. Espero que pase a formar parte de la vitrina que hay en el museo Vaticano en la que se guardan las botas de la selección argentina o la camiseta de San Lorenzo de Almagro, sus equipos, y que así el Celta también lo sea.

- ¿Cómo se lleva ser celtista tan lejos de Balaídos?

-Se lleva fatal y se sufre mucho. Recuerdo la eliminatoria de ascenso que perdimos a penaltis contra el Granada. El disgusto fue tal que lo notaron todos mis compañeros durante una buena temporada.

- ¿Es el único sacerdote del Celta en Roma?

- Afortunadamente no. Hay otro compañero de Vigo que también es celtista, e incluso tenemos otro que es del Deportivo, una gran persona que lo pasó bastante mal el año pasado, todo lo contrario que nosotros.

- ¿Cuánto hace que no pisa usted Balaídos?

- Pues no hace tanto, la verdad. El último encuentro al que acudí fue el que jugó el Celta contra Osasuna, antes de las Navidades. Espero que, a partir de julio, cuando regrese definitivamente, pueda acudir con más asiduidad al campo. Ahora me tengo que conformar con las pocas veces que lo retransmiten por canales como Sky Sports o recurrir a internet.

- ¿Qué sensaciones le transmite el Celta de Luis Enrique?

- Lo veo mejor que el año pasado. Está prácticamente salvado porque es mucho más compacto y maduro y creo que puede seguir con esa progresión la próxima temporada.

- ¿Es fácil compaginar los hábitos con la pasión por el fútbol?

- Entiendo que si. A la práctica totalidad de los sacerdotes que hay en Roma nos gusta el fútbol. Es más, existe la Clericus Cup, una competición en forma de liguilla que enfrenta a los colegios nacionales, en los que estamos agrupados, aunque con la media de edad que tenemos los españoles, debe rondar los 36, físicamente tenemos dificultades para medirnos, por ejemplo, con Estados Unidos, cuya media es de 20.