El partido a partido se ha convertido en tópico tras la filosofía del "Cholo" Simeone. Marcarse metas a corto plazo es uno de los consejos que suelen dar los psicólogos. Luis Enrique parece que sigue este camino. Primero propuso los 40 puntos como precio a la permanencia. Una vez logrados, el técnico asturiano marca un nuevo reto, certificar la salvación matemática.

Ese nuevo premio, ese horizonte que propone el entrenador celeste a su plantilla se podría lograr en la próxima jornada. Las cuentas son claras. Ganando al Valladolid la permanencia estaría cerrada. El club vigués ya ha puesto a la venta las entradas para el compromiso ante el cuadro pucelano. La cita, un lunes a las 22:00 horas, no invita a que haya una gran afluencia, pero el celtismo ya ha demostrado a lo largo de la temporada que se sobrepone siempre a los elementos. En esta ocasión todo apunta que las gradas de Balaídos volverán a registrar un gran aspecto.

Conseguir esos tres puntos también supondría continuar en la zona media de la tabla. El empate ante la Real Sociedad y la victoria cosechada en Almería ha permitido al Celta situarse a solo un partido de Málaga, Levante y Espanyol. El Valencia, que marcha octavo, intenta apurar sus opciones para alcanzar la séptima plaza que ocupa el Villarreal.

Quedar entre los diez primeros es el próximo objetivo. La novena plaza tiene el título honorífico de ser el campeón de "la otra Liga", la de los humildes, ese tramo de la competición con presupuestos bajos. El Celta ha demostrado que tiene potencial de sobra para acabar en el "top ten" del balompié nacional. El equipo de Luis Enrique ha sido uno de los equipos que mejor fútbol ha practicado. Su propuesta es atractiva, valiente. Un cuadro que ha sido protagonista en la mayoría de choques disputados y que, si hacemos memoria, incluso ha merecido más puntos de los que tiene.

El lunes, por tanto, es una nueva oportunidad para caminar hacia el honor de ser el mejor de los humildes. El Valladolid llegará a Vigo con urgencias. Tiene un partido menos, pero el pozo de la categoría está cerca. Un triunfo de Getafe o Almería supondría a los pucelanos caer a puestos de descenso. Además, el cuadro blanquivioleta no se siente cómodo en Balaídos. En sus dos últimas visitas (una de ellas en Copa) cayó goleado (4-1 y 3-1). Su último triunfo data de 2011, cuando el Celta de Paco Herrera jugaba el play-off de ascenso tras una mala segunda vuelta (1-2). El lunes, con José Antonio Teixeira Vitienes como colegiado, el equipo vigués tendrá una oportunidad para celebrar, junto a su afición, su continuidad entre los más grandes del fútbol español.