El Frigoríficos del Morrazo estuvo a punto de sumar ayer una victoria clave ante el Villa de Aranda que supondría la salvación virtual. Sin embargo una serie de errores en el tramo final, junto a la reacción visitante y a una discutida exclusión de Fernando Eijo a falta de dos minutos condenaron el encuentro al empate final. El último disparo, sobre la bocina, de Adrián Roselas, se estrelló en la madera y el luminoso no se movería.

La primera parte fue muy igualada, con los locales tratando de escaparse en el marcador en varias fases y el Villa de Aranda resistiendo cada uno de esos intentos. A los cinco minutos fue Muratovic el que asumió la responsabilidad de distanciar a los locales, que lograron una ventaja de tres goles. A los 10 minutos el marcador reflejaba un 8-5.

Sin embargo, una sucesión de fallos en ataque del Frigo y la aparación de Oswaldo Dos Santos restableció la igualdad. Pero en el último tramo de la primera media hora la suerte volvía a sonreír a los cangueses, que llegaron al descanso con tres tantos de ventaja (16-13).

La segunda mitad comenzó con un gol de Cerqueira y parecía que todo se aclaraba para los de Pillo. Pero de nuevo se trató de un espejismo.

Adrián Rosales, Eijo, Amarelle y el propio Soliño no fallaban y, en el minuto 17 de la segunda parte, los locales ya vencían de 4 goles y con la posesión a favor. La jugada no llegó a buen puerto y Oswaldo recortó distancias. Poco a poco los visitantes se metieron en el partido y recortaron hasta poner las tablas en el marcador.