Tras dos partidos consecutivos como titular con buenas prestaciones, Íñigo López comienza a sentirse útil en su objetivo de ayudar al Celta a consolidarse en Primera División. El defensa central riojano lamenta el aplazamiento sufrido en Vallecas pero se muestra partidario de pasar página y pide tensión para afrontar los seis últimos partidos, que considera "finales", empezando por la visita de la Real Sociedad a Balaídos el sábado.

- ¿Cómo han asimilado la derrota de Vallecas? ¿Es un paso atrás o simplemente un aplazamiento del objetivo?

- Bueno, la verdad es que nuestra idea era conseguir los tres puntos y dejar casi sentenciada la salvación. Pero el Rayo le metió mucha intensidad y, aunque el resultado fue algo abultado, jugó mejor que nosotros. Hay que pasar página y aprender de los errores cometidos esta semana. Y no pasa nada, ahora hay que centrarse en la Real Sociedad y seguir peleando hasta salir de la quema.

- La Real Sociedad ha demostrado ser un enemigo formidable pero no atraviesa por su mejor momento.

- Eso parece, pero es un equipo que está luchando por una plaza en Europa. Tiene una gran plantilla, pero creo que es un rival al que se le puede ganar, como al Sevilla. Son equipos que en cuanto a plantilla están por encima de nosotros pero no son como el Madrid o el Barça, a los que es casi imposible meterles mano. Vamos a ver si podemos plantear un partido parecido al del Sevilla. El objetivo está claro: vamos a ir a por los tres puntos.

- No parece que la Real vaya a plantear un partido parecido al del Sevilla, que fue bastante rácano en Balaídos. La sensación es que, como el Rayo, es un equipo al que no le importa fajarse en el intercambio de golpes.

- Lo decía porque son equipos que están en una posición parecida en la tabla. Sí que es verdad que el Sevilla aquí especuló un poco, nos esperó atrás y sus armas fueron principalmente las contras. La Real Sociedad es un equipo que sale un poco más al ataque, al intercambio de golpes, pero yo creo que va a ser un partido bonito. Vamos a empezar a prepararlo y el míster es el que decidirá qué armas tenemos que utilizar para conseguir los tres puntos.

- Decía Luis Enrique la víspera de ir a Vallecas que el partido contra el Rayo era la primera de siete finales. Supongo que el del sábado ante la Real tiene la misma consideración.

- Sí, claro. Mientras no estemos salvados, a partir de ahora, todos los partidos son finales. El margen de error es muy pequeño, cada vez más ajustado, y los equipos están muy pegados. Sí es verdad que tenemos una situación favorable, pero no podemos relajarnos.

- Pero cinco puntos de ventaja con seis partidos por delante no es un mal colchón, sobre todo pensando que hay enfrentamientos directos y contra los tres grandes.

- Hombre, mucha gente habría firmado llegar a las últimas seis jornadas con un colchón de cinco puntos. Pero todo esto no sirve de nada si después no se consigue el objetivo. Hay que intentar pasar los menos apuros posibles y para ello lo que hay que hacer es ganar el sábado.

- No quieren dejar los deberes para última hora.

- No, cuanto antes consigamos el objetivo, mejor. Tenemos la oportunidad y hemos hecho muchos puntos para estar en esta situación. Lo que tenemos que hacer es llegar al final tranquilos y que la afición disfrute y no sufra.

- El Celta sólo ha marcado dos goles en los últimos siete partidos. ¿Ha sido éste el problema?

- Es un dato que no tenía en mente y, la verdad, que tampoco hemos hablado. Creo que, salvo en este último partido, el equipo ha hecho ocasiones de gol en casi todos los partidos y que entre o no es algo con lo que no hay que obsesionarse.

- ¿Es una cuestión de dinámica, de rachas?

- Sí, no pasa nada. Es más importante generar las ocasiones y mantener la idea de juego que el míster quiere. No creo que vayamos a tener un problema en este aspecto.

- Acaba de encadenar dos partidos como titular. ¿Está teniendo por fin el protagonismo que esperaba para ayudar al Celta a salvarse?

- Así es. Mi objetivo principal al venir aquí era ayudar a que el Celta se salve y que el Celta me ayudase a revalorizarme. A que se vea a Íñigo López en los terrenos de juego y que se vea que es válido. He intentado ayudar al equipo desde dentro y desde fuera y me encuentro bien. La ayuda es mutua. Yo intento darlo todo y el Celta me está dando una gran oportunidad.

- Aunque su cesión se formalizó sin opción de compra, ¿ha pensado en la posibilidad de seguir en el Celta la próxima temporada?

-Es algo en lo que no pienso ahora mismo y que tampoco me obsesiona. Sé que tengo que volver a Salónica, pero no sé qué idea tienen ellos. Una vez que llegue me dirán qué es lo que piensan y, a raíz de eso, ya se verá. Yo tengo la conciencia tranquila, estoy haciendo mi trabajo y, si al final se da la oportunidad, sería estupendo. Pero la realidad es que a día de hoy no hay opción de compra y hay que volver a Grecia.

- Pero espera dejar el Celta con la satisfacción del deber cumplido.

- Sí, pero para hacerlo y tener la conciencia totalmente tranquila cuando nos vayamos de vacaciones el 18 de mayo, lo principal es que el Celta esté en Primera División.

- Y no sería muy inteligente confiarse y pensar que ya está todo hecho aunque la situación sea favorable

- No, es lo que decíamos la semana pasada. Habíamos ganado al Sevilla y decíamos que nos daba tranquilidad para ir a Vallecas. No hay que confundir la tranquilidad con la relajación. Hay que seguir apretando. Vienen partidos complicados. El primero es el sábado a las cuatro y hay que intentar sentenciar.