La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha sancionado al FC Barcelona y a la Real Federación Española de Fútbol por infracciones relacionadas con el traspaso y la inscripción de jugadores comunitarios menores de 16 años y extracomunitarios menores de 18 años, castigando al club azulgrana con la prohibición de realizar traspasos tanto nacionales como internacionales durante los dos próximos mercados de fichajes, hasta junio de 2015, y una multa de 450.000 francos suizos (370.000 euros).

El Barcelona, que está viviendo una temporada convulsa en los tribunales, recibe esta noticia precisamente cuando más va a necesitar fichar el equipo catalán, ante las bajas de Víctor Valdés y Carles Puyol.

El Barcelona ya había planificado la contratación como mínimo de un portero, así como un central, aunque no descartaba ir más allá y reforzar la media, entre algún retoque más, conjunto de actuaciones que, dada la instancia sancionadora, podría ocasionarle un gravísimos problema de planificación.

A finales de febrero del año pasado, la Federación Catalana de Fútbol, a instancias de la FIFA, prohibió la alineación de la joven promesa Lee Seung Woo, un joven coreano del cadete B, según el organismo por "incumplir su fichaje el artículo 19 del 'Reglamento sobre el estatuto y la transferencia de los jugadores'".

Este veto de la FIFA llegó hace trece meses a partir de una denuncia anónima, ya que contravenía el reglamento de fichar a jugadores extranjeros menores de 16 años. La normativa sólo permite las transferencias internacionales "cuando el jugador alcanza la edad de 18 años", aunque establece tres supuestos que a tenor de la interpretación de la FIFA el Barça no ha cumplido. Estos tres supuestos son: que los padres cambien de domicilio, que el traspaso se dé en la Unión Europea para jugadores de entre 16 y 18 años y que el jugador viva a menos de 50 kilómetros de la frontera.

No obstante, tras otra denuncia, la FIFA amplió el veto a cinco jugadores más, que se veían afectados por el mismo hecho, dos coreanos más (Paik Seung-Ho y Jang Gyeolhee), un francés (Theo Chandri), otro holandés (Bobby Adekanye) y un camerunés (Patrice Sousia), todos ellos contratados en el mandato de Sandro Rosell.

Además, el veto a jugadores de categoría infantil y cadete extracomunitarios o comunitarios se extendió a cuatro jugadores cameruneses que habían recalado en el Barça en la época de Joan Laporta procedentes de la fundación de Samuel Eto'o.

En total, la FIFA ha sancionado al Barça por la ilegalidad de contratar a diez jugadores menores de 16 años extranjeros, aunque uno de ellos, el francés Theo Chendri, ya juega al haber cumplido los 16 años y ser comunitario.

El artículo afectado es el 19 del reglamento de la FIFA, y la sanción además de económica, es deportiva en la vertiente de contrataciones, ya que el Barcelona, a no ser que recurra la sanción y dé un vuelco la situación, no podrá fichar este verano ni en el próximo mercado de invierno.

En diciembre pasado, el entonces vicepresidente azulgrana, Josep Maria Bartomeu, participó en un foro de debate en Marraquech en el que expresó sus temores por lo que se ha convertido en una sanción para el Barcelona. Bartomeu reclamó el papel de centros como La Masia por la importancia integral que tienen en la formación de jóvenes futbolistas. "Estos centros deberían tener una exención", había afirmado.

Hace unos días, el ya presidente anunció a bombo y platillo que el club tenía buen músculo para salir al mercado y que si se requería adelantar partidas de próximas temporadas para reforzar este verano la plantilla, no tendría ningún problema.

En un momento tan delicado como es la reforma del equipo este verano, al Barcelona le queda recurrir ante la FIFA y posteriormente al TAS y esperar que el máximo organismo en materia de justicia deportiva internacional le dé la razón, como así sucedió hace unos años con el Chelsea en el caso del francés Gael Kakula, aunque en el caso del equipo inglés se trató de un jugador, y en el Barça son diez futbolistas.