Sólo un objetivo. Asaltar Vallecas es la nueva meta del Celta. El conjunto vigués afronta un duelo clave en su futuro inmediato. Ganar supondría dejar virtualmente sellada la salvación. Sería un regalo para los corazones de un celtismo acostumbrado a tener el sufrimiento como rutina.

Esta mañana el cuadro celeste regresó al trabajo para "cocinar" esos tres puntos determinantes. Álex López protagonizó una de las buenas noticias de la primera sesión de la semana. El ferrolano recibió el alta médica por la lumbalgia que le impidió acabar el choque del sábado ante el Sevilla. El "8" celeste llegará en perfectas condiciones para jugar ante un Rayo Vallecano que destaca por su gusto por el buen fútbol.

Los que no se han ejercitado con el resto del grupo han sido Gustavo Cabral y Rafinha Alcántara. El central argentino sigue recuperándose del esguince de tobillo que sufrió en el duelo del pasado miércoles en el Camp Nou. Los servicios médicos pronostican un período de recuperación de unos ocho días, por lo que su presencia en Vallecas está en el aire.

Distinta es la situación del jugador brasileño. El hijo de Mazinho no se ha ejercitado por precaución. El objetivo es evitar una recaída en esa artritis traumática en el dedo gordo de su pie izquierdo que le impidió jugar frente a Levante, Atlético de Madrid y FC Barcelona. A lo largo de la semana irá entrenando con normalidad, por lo que se espera que esté en plenas condiciones físicas para intentar sumar una nueva victoria a domicilio.