Luis Enrique Martínez, técnico del Celta, ha marcado en rojo el duelo de esta noche ante el Málaga, que considera un atajo en el camino hacia la permanencia. "Es un rival directo que también está en la lucha por salvar la categoría y es un partido básico para nosotros. Tenemos la posibilidad de alejarnos de ellos y alejarnos nosotros de una situación complicada", explicó el entrenador asturiano en rueda de prensa tras el entrenamiento matinal celebrado por la plantilla celeste en las instalaciones deportivas de A Madroa.

"Llegamos al tramo final de la temporada con estos diez partidos que quedan y nunca sabes dónde pueden estar los puntos que te den la salvación", añadió Luis Enrique, que espera que su equipo "mantenga la línea" de las últimas semanas y "vuelva a ser un equipo competitivo" frente a los de Bernd Schuster. "Ése y llevarnos los puntos son claramente el objetivo", dijo.

El preparador celeste prevé esta noche un encuentro muy diferente el disputado en la primera vuelta en La Rosaleda, donde el Celta firmó una goleada histórica (0-5). "Ese partido no nos sirve de referencia. He visto los partidos del último mes del Málaga y ha mejorado mucho. Se ha reforzado muy bien en el mercado de invierno y también se nota el trabajo del entrenador. Va a ser un Málaga muy complicado, que no tiene nada que ver con el de la primera vuelta. Fue un partido extraño, que nos vino muy bien por la situación en la que estábamos, pero en el que se nos dio todo de cara", declaró.

En este sentido, el técnico explicó que ha preparado el partido previendo las dificultades que va a poner el rival. "Hemos entrenado toda la semana sabiendo todas las complicaciones que vamos a sufrir. Pero no deja de ser motivante intentar ganar ante nuestra afición a un adversario que sabemos que nos lo va a poner difícil", subrayó.

El entrenador del Celta reconoció que un triunfo prácticamente descartaría al Málaga como rival y dejaría al Celta a las puertas de conseguir el objetivo que se ha marcado esta temporada. "Matemáticamente el Málaga todavía tendría opciones (de alcanzar al Celta en la tabla) pero ampliaríamos nuestra ventaja en tres puntos más el gol-average", destacó. Y añadió: "Este es el objetivo de este partido. El reto está ahí, no solo alejar al Málaga, sino a todos los rivales que están por detrás. Sabemos que en estas últimas diez jornadas los equipos que están más necesitados suelen sacar muchos puntos y por eso seguimos sin confiarnos. Nos faltan dos victorias y un empate para conseguir 40 puntos y cuanto antes los podamos conseguir, mucho mejor. Y este partido contra los del Málaga es uno de los marcados en rojo".

Luis Enrique reconoció, por otra parte, que desconoce qué partido va a plantear esta noche el Málaga en Balaídos. "Por lo que he visto, tiene capacidad para hacer cualquier cosa: presionarnos arriba, que lo ha hecho con diferentes rivales con buenos resultados, repliegue medio o meterse en su campo. Depende del partido que se dé, se dará una situación u otra o quizá un cúmulo de las tres, pero tiene capacidad para jugar con garantías porque es un equipo que encaja muy pocos goles y sigue manteniendo la pegada con jugadores de nivel", declaró.

Al técnico no le preocupa, por último, que el Celta lleve tres partidos consecutivos sin ganar en Balaídos. "No le veo ningún pero al equipo en casa. Estoy muy satisfecho con lo que el equipo ha hecho en Balaídos. Hemos sido superiores o estado en los mismos números que la mayoría de los equipos que han venido por aquí y lo importante para mí era llegar a un número determinado de puntos y en eso estamos. No estoy preocupado y creo que la afición tampoco", remachó.