Malos tiempos para Paco Herrera, que conoció ayer su destitución como entrenador del Zaragoza, su segundo despido en poco más de un año, ya que el técnico extremeño también había sido reemplazado por Carlos Mouriño a finales de febrero de 2013 en el Celta, cuando con el conjunto vigués en descenso fue sustituido por Abel Resino.

Herrera no ha soportado la mala serie de resultados que asola al Zaragoza en las últimas semanas. Los maños acumulan siete jornadas sin ganar, con tres empates y cuatro derrotas. Precisamente, el último tropiezo, el domingo ante la Ponferradina en El Toralín (4-2), ha sido la gota que ha colmado el vaso del consejo de administración del Zaragoza.

Herrera deja el equipo en la duodécima posición de la tabla, a cuatro puntos de la promoción y a once del ascenso directo, el objetivo con el que partía el conjunto maño a principios de temporada. Sin embargo, la nefasta racha en las últimas siete semanas ha encendido las alarmas, ya que el equipo está a solo dos puntos de los puestos de descenso a Segunda División B.

El exentrenador del Celta dirigió ayer su última sesión, minutos antes de que le fuera comunicado su despido en el vestuario junto a sus jugadores.

Herrera dará hoy una rueda de prensa para despedirse, al mismo tiempo que Jesús García Pitarch, director general del Zaragoza, dará explicaciones sobre los motivos de la destitución y comunicará quién se hará cargo del equipo para preparar el partido del próximo fin de semana en La Romareda ante el Deportivo de A Coruña.